Compromís presentará una moción de reprobación y Raquel Ramiro afirma que “iré a cualquier acto que se me invite de la religión que sea”
La alcaldesa de Bonrepòs i Mirambell, Raquel Ramiro (PSOE) presidió la procesión del Corpus celebrada en la localidad el pasado domingo, incumpliendo el acuerdo plenario aprobado con los votos a favor del PSOE y de Compromís en 2015, que estableció que la corporación municipal no presidiría las procesiones, aunque sí podían acudir sus miembros a título personal, respetando la aconfesionalidad del estado. Así lo ha denunciado Compromís de Bonrepòs i Mirambell a través de sus redes sociales.
Bonrepós fue uno de los primeros pueblos que en democracia firmó este acuerdo, en 1983. Tal y como recuerdan desde Compromís, aquel acuerdo fue respetado hasta el 2011, cuando el PP, con su mayoría absoluta, lo tumbó volviendo a presidir la procesión, “recordando aquellas épocas de Franco bajo lo palio. Afortunadamente, la mayoría absoluta del PP solo duró cuatro años, y el 2015 la mayoría progresista del ayuntamiento, con los tres votos del PSOE, entre ellos lo de la actual alcaldesa, y tres votos de Compromís, volvió al acuerdo del 1983. Esto nos hizo muy felices, aunque los regidores y regidoras del PP, se saltaban el acuerdo plenario en cada procesión y presidían las mismas”.
Sin embargo, en esta último procesión el Corpus, además de los habituales miembros del PP , también presidió como alcaldesa Raquel Ramiro, algo que ha enojado a su Compromís, con quien mantiene un pacto de gobernabilidad, tal y como han denunciado en redes. “Pero la gran sorpresa fue ver como el actual equipo de gobierno, del PSPV, presidía junto al PP, la procesión del día de Pilar o el día del Corpus, donde la alcaldesa presidía ella a solas la procesión, saltándose el acuerdo plenario del 2015 que ella misma votó a favor! El Ayuntamiento de Bonrepòs i Mirambell fue capaz de tomar un acuerdo muy progresista y muy respetuoso, en aquel momento de democracia incipiente, y con qué finalidad la alcaldesa se salta aquello que acordó el plenario con su voto favorable? Por un puñado de votos de la gente practicando de la religión católica? Y dónde está el respecto a los vecinos y vecinas que practican otra religión o son ateos?“, se preguntan los valencianistas en su cuenta de Facebook.
La alcaldesa Raquel Ramiro (PSOE) y la portavos de Compromís, Rosabel Bolaños. A.B.M.
Preguntas a las que ha respondido la alcaldesa Raquel Ramiro, asegurando a Levante-EMV que fue el párroco quien le invitó a presidir la procesión “e iré a cualquier acto que se me invite, da igual de que religión sea. Me invitó el párroco, igual que me invitan muchas asociaciones de Bonrepòs i Mirambell a ir a los actos, y esto es uno más. No fui con la vara de mando, fui con mi cirio como una persona más. Independientemente del acuerdo , yo puedo presidir los actos como alcaldesa a los que me invitan”.
Moción de reprobación
Una actitud que se considera inapropiada desde Compromís, “a una procesión no se invita como si fuera una merienda. Se va por convicción religiosa. Además, consideramos que los acuerdos de pleno están para cumplirlos y así lo hacemos nosotros. Nos parece incoherente que la alcaldesa se salte un acuerdo que ha aprobado ella misma con su voto junto al resto de concejales socialistas. Nuestra responsabilidad como grupo en la oposición es informar al pueblo que el PSOE se ha saltado las normas que fueron aprobadas en el pleno”, señala la portavoz Rosabel Bolaños. Del mismo modo afirma que el pacto de gobernabilidad no está en peligro, “creemos que hemos hecho una oposición suave y que hemos apoyado iniciativas por el bien de la ciudadanía”, pero del mismo modo están estudiando la posibilidad de volver a presentar la moción en el próximo pleno de julio para que sea de nuevo aprobada y quede clara la postura del gobierno, además de presentar una moción de reprobación a la alcaldesa por saltarse el acuerdo en vigor. “Desde Compromís consideramos que viviendo en un estado aconfesional hay que respetar la libertad religiosa de toda la ciudadanía a quien representas y no se debe de participar de ningún acto vinculado a una religión concreta. Vivimos en un estado aconfesional y como representantes públicos tenemos que ser respetuosas con la diversidad, más aún si así lo ha acordado el pleno del ayuntamiento”, concluye.