Contaba Javier Pérez de Albéniz, en Soitu, que en Uruguay -donde se encuentra- un informativo comentó: «Hoy empieza para los católicos la semana santa».
En Uruguay, uno de esos países a quienes consideramos más atrasados que el nuestro. España asiste a un recrudecimiento de esas sendas de iconografía del dolor, autoflagelaciones, sangre, potajes de bacalao y torrijas, velas, inciensos y naftalina mental. Lazos blancos como añadido para mandar a la cárcel a las mujeres que abortan, porque no dejarán de hacerlo y sólo se pide vuelva para ellas el castigo penal. Con inmigrantes por costaleros, que el paso tiene demasiados kilos y para eso sí los queremos. Con famosos de postín impregnados de contradicciones. Con millones de personas atrapadas en su coche parado en las carreteras porque huyen ni saben de qué, a tumbarse cerca del mar, a pesar de la lluvia y el destemple que siempre acude a las celebraciones de estos días. Con el 44% de la población que ya se quedaba en casa antes de la crisis. Y las teles martilleando con procesiones. ¿No emiten también más películas religiosas -y “de romanos” ¿¡¡¡?- que nunca? ¿Por qué?
Jueves… Santo. 25 mil personas -o más según diversas fuentes- morirán hoy por hambre y desnutrición, la mayoría niños. Millones de personas lo pasarán con un exiguo plato de maíz, o de arroz, o de caldo sin sustancia. Muchos caerán en guerras olvidadas. No hay lazos de color alguno para ellos. En el centro de Italia temblarán de miedo porque tiembla la tierra y su jefe de Gobierno vive en otro planeta. El mismo donde habitan los adictos a la Semana de Pasión (dolorosa e hipocritamente masoquista), que no es otra cosa.
Obama va a legalizar a 12 millones de inmigrantes ilegales. Rajoy le acusará de “efecto llamada”. Nada es perfecto (salvo la santidad). Pero el presidente de EEUU me ha dado una luz en este día. Santo: Perfecto y libre de toda culpa; en el mundo cristiano, se dice de la persona a quien la Iglesia declara tal, y manda que se le dé culto universalmente, persona de especial virtud y ejemplo. Dicho de una cosa, que trae al hombre especial provecho… Eso dice el diccionario oficial de la RAE.
¿Qué más tiene de “santo” este día?
Rosa María Artal es periodista y escritora