La nueva táctica de la Iglesia, con la connivencia del poder económico del cual forma parte, al elegir un Papa de América del Sur, no es nada inocente.
América Latina hoy es el centro de la libertad y de la esperanza de justicia social en el mundo, y ahí parece querer intervenir el nuevo Papa.
Las lecciones de la historia, del pasado no tan lejano, especialmente incluso de la propia Latinoamérica, no deben olvidarse. Deben recordarse.
En estos días que se ha elegido un nuevo Papa oirán la eterna cantinela que se cuenta todas las veces que esto sucede: que si sus grandes capacidades y cualidades, que si su enorme sentido en esto o en aquello, que su supuesta generosidad con este o con aquel, que si su gran preparación, incluso que su gran sabiduría y amplios conocimientos en tal o cual tema…. En fin, lo de siempre. Es como darle a un botón a una máquina y te repite la acción. Son los "periodistas", en palabras llanas se les llama propagandistas.