La madre del autor del asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, Tetsuya Yamagami, había donado a la Iglesia de la Unificación, un grupo religioso de origen surcoreano, unos 100 millones de yenes (715.000 euros aproximadamente), según ha indicado un miembro de la familia. Las donaciones incluían 60 millones de yenes (unos 429.000 euros) de la herencia del padre de Yamagami, tal como ha explicado el tío del autor confeso del asesinato a la agencia de noticias Kiodo.
Asimismo, la mujer habría hecho entrega a esta iglesia del dinero obtenido tras la venta de los bienes inmuebles y el patrimonio familiar. Posteriormente siguió donando pequeñas cantidades hasta que se quedó sin dinero en 2002. “Creo que era una seguidora muy importante. Estaba completamente subyugada”, ha señalado.
La madre de Yamagami se unió la Iglesia de la Unificación en 1991 tras el suicidio de su marido en 1984. Sin embargo, el grupo religioso ha asegurado que le devolvió 50 millones de yenes y ha insistido en que no existen datos sobre las cuantías que donó a la organización.
El tío de Yamagami ha criticado la respuesta de la iglesia y la ha acusado de tratar de evadir su responsabilidad. Además, ha señalado que fue precisamente por estas donaciones que la familia se arruinó, lo que llevó al autor del crimen a abandonar la universidad por carecer de dinero suficiente para pagarse los estudios.
Poco después de su detención, Yamagami confesó que su primera intención era la de matar al líder del grupo precisamente por haber arruinado a su familia, y reconoció que había planeado el ataque y que había visitado otros lugares donde Abe había pronunciado discursos durante su campaña.
El propio Yamagami, que habría acabado con la vida de Abe porque su abuelo, el ex primer ministro Nobusuke Kishi “trajo la iglesia a Japón”, había intentado suicidarse en 2005 cuando era miembro de la Marina japonesa para que sus hermanos pudieran beneficiarse de su seguro de vida. La Iglesia de la Unificación, cuestionada en anteriores ocasiones por su sistema de donaciones, ha asegurado que llevó a cabo una reforma interna en 2009, cuando su jefe admitió problemas a la hora de cumplir con la legislación vigente.
Funeral nacional
Este otoño se organizarán funerales nacionales en Japón en memoria de su ex primer ministro Shinzo Abe, asesinado a los 67 años de edad, anunció el jefe del gobierno japonés Fumio Kishida. Abe dirigió Japón durante más de ocho años y medio (de 2006 a 2007 y de finales de 2012 al verano de 2020), un récord nacional, marcando fuertemente su política económica y diplomática, recordó Kishida en una conferencia de prensa.
El jefe del gobierno japonés subrayó que “la comunidad internacional, incluidos los jefes de Estado extranjeros, le tenían gran estima”. “Llegaron mensajes de condolencia de Japón y del extranjero. En vista de ello, celebraremos un funeral nacional para el ex primer ministro Abe en otoño”, añadió.
El evento también significará que “Japón no cederá ante la violencia y que está decidido a proteger la democracia”, subrayó Kishida.Será el primer funeral nacional de un exprimer ministro japonés desde el funeral de Shigeru Yoshida en 1967, que desempeñó un papel clave en la reconstrucción del país durante la posguerra.
Los funerales reservados para la familia y los familiares de Abe fueron celebrados el martes pasado, en un gran templo budista de Tokio. Miles de ciudadanos también le rindieron homenaje en los alrededores del templo y durante el paso de su cortejo funerario, que desfiló ante las instituciones políticas del país.
Abe fue asesinado a tiros en Nara (oeste del Japón), mientras pronunciaba un breve discurso en una manifestación electoral en plena calle. Su presunto asesino, Tetsuya Yamagami, de 41 años, fue detenido inmediatamente después del ataque.
Dijo a los investigadores que había atacado a Abe porque estaba enojado con una organización religiosa con la que, según él, el ex jefe del gobierno tenía vínculos. Según los medios de comunicación locales, la madre de Yamagami hizo en el pasado importantes donaciones a esta organización, hasta el punto de hundir a su propia familia en graves dificultades financieras.
La Iglesia de la Unificación, un movimiento religioso de origen surcoreano -conocido también con el nombre de “secta Moon”- reconoció esta semana que la madre de Yamagami figuraba entre sus fieles, sin precisar la amplitud de sus donaciones. También subrayó que Abe “nunca” fue uno de sus miembros o asesores.