Los manifestantes están montando tiendas de campaña a las puertas del edificio. Entre sus peticiones están la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones.
Los seguidores del popular clérigo chií Muqtada al Sadr se comenzaron a organizar este domingo para una larga toma del Parlamento iraquí tras irrumpir en él el sábado por segunda vez en una semana y pasar su primera noche en su interior, ante la hasta ahora contención de las fuerzas de seguridad.
En medio de una situación de calma, las fuerzas de seguridad están dejando por el momento entrar y salir libremente a manifestantes y trabajadores del Legislativo mientras que los alrededor de 4.000-5.000 sadristas que permanecen en el edificio y sus alrededores se están organizando con tiendas de campaña y comités para aguantar un tiempo indefinido con la protestas.
Entre sus peticiones, según algunos de sus miembros, están la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones, aunque por el momento su líder todavía no se ha pronunciado sobre la toma y sus exigencias. Los ocupantes han organizado comités para controlar quién entra y sale del recinto
Una fuente del Parlamento explicó a EFE que los simpatizantes del movimiento de Al Sadr instalaron algunas tiendas de campaña en el patio exterior del edificio, situado en la vigilada Zona Verde de Bagdad, donde se ubican las sedes de las principales instituciones oficiales del país y numerosas embajadas.
Según el informante, los ocupantes han organizado comités para controlar quién entra y sale del recinto y están permitiendo a los funcionarios del Parlamento de los departamentos cercanos acudir a sus puestos de trabajo.
Al Sadr insta a seguir con la ocupación y pide reformas
Muqtada al Sadr instó este domingo a sus seguidores, a los que denominó “revolucionarios”, a seguir con su protesta, que considera una oportunidad para cambiar el sistema político y electoral.
“La revolución espontánea y pacífica que liberó la Zona Verde (el área de Bagdad donde se encuentra el legislativo) es la oportunidad de oro para todas las personas que fueron quemadas por el fuego de la injusticia”, afirmó Al Sadr en un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter.
“Es una gran oportunidad para cambiar fundamentalmente el sistema político, la Constitución y las elecciones”, añadió sin aclarar cómo pretende lograr esas reformas.
Al Sadr, que el pasado miércoles, cuando sus simpatizantes irrumpieron por primera vez en el Parlamento para protestar contra el candidato a primer ministro propuesto por sus rivales chiíes proiraníes, les pidió tras algo más de dos horas que lo abandonaran, había permanecido en silencio desde que el sábado por la tarde volvieron a asaltar la Cámara.
Pero en el mensaje publicado en la tarde del domingo, aunque no les dio consignas directas, les instó a continuar y pidió a otros grupos de la sociedad iraquí que apoyaran “a los revolucionarios”. “Levántense para exigir reformas en su país (…). No pierdan la oportunidad o habrá un momento de arrepentimiento. (…) La revolución actual es sadrista”, sostuvo.
Paralelamente, uno de sus asesores emitía otro comunicado dando a los manifestantes instrucciones sobre cómo organizarse en el interior del Parlamento.
Las fuerzas de seguridad, en compás de espera
Actualmente, el ambiente es de tranquilidad y, tras el centenar de heridos que se produjeron el sábado durante las manifestaciones en la Zona Verde y la toma de la Cámara baja, no se han vuelto a registrar fricciones entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
El capitán Saal al Taí, de la Comandancia de Operaciones de Bagdad, indicó a Efe que los agentes están desplegados de manera intensiva en los alrededores del edificio y de otras instituciones de la Zona Verde, pero tienen instrucciones del alto mando de las Fuerzas Armadas de evitar lastimar a los manifestantes.
Uno de los miembros del movimiento sadrista que participa en la toma del Parlamento, Raad al Saadi, dijo a Efe por teléfono que su acción es “un mensaje de que no hay lugar para los corruptos” y para anunciar su “rechazo al candidato del Marco de Coordinación para encabezar el próximo Gobierno, Mohamed al Sudani”. El Marco de Coordinación es una alianza de partidos, integrada entre otros por Estado de la Ley, del ex primer ministro Nuri Al Maliki
El Marco de Coordinación es una alianza de partidos, integrada entre otros por Estado de la Ley, del ex primer ministro Nuri Al Maliki (2006-2014), y el Bloque al Fatah, el brazo político de las milicias proiraníes, que se convirtió en mayoritaria en el Parlamento tras la retirada a principios de junio de los diputados del Bloque Sadrista.
Estos, que habían logrado el mayor número de escaños (73 sobre un total de 329) en las elecciones de octubre, renunciaron siguiendo las órdenes de Al Sadr después de que el Marco de Coordinación boicoteara en varias ocasiones con la ausencia de sus legisladores la votación para elegir al candidato a presidente propuesto por la coalición liderada por los sadristas.