Dagnino intenta conseguir dinero y un acuerdo con el Grupo COPE mientras los observadores señalan que Ariza ha entrado “en la recta final de su huida hacia adelante?
El lobo está bajando al ultramontano monte del Grupo Intereconomía. Una buena parte de su plantilla, fundamentalmente los que cobran a través de facturas, no han recibido todavía sus honorarios correspondientes al mes de febrero, según confirman a ELPLURAL.COM tres fuentes diferentes de medios profesionales de la multimedia de Julio Ariza, que no ocultan su preocupación por el marchamo que está tomando el grupo al que todo el mundo financiero considera en “quiebra”.
Entre los que todavía no han percibido la totalidad de sus emolumentos, a tenor de lo que comentan estas personas de confianza de Ariza a diversos amigos y compañeros, estarían Antonio Jiménez, director de El Gato al Agua, Pilar García de la Granja, una de las más distinguidas ultramontana neocon , Javier Horcajo o Carlos Dávila, al que según diversas fuentes le estarían preparando ya el relevo al frente de La Gaceta. Puede ser el punto de no retorno para el controvertido grupo ultraderechista.
Miedo
El miedo a perder los empleos –hace meses Intereconomía ya hice un ERE que afectó alrededor de 30 personas, además de no renovar los contratos temporales que van venciendo – crece en el seno de dicha empresa que atraviesa por serios problemas de liquidez y el consejero delegado ha reconocido pérdidas de 23 millones de euros el pasado ejercicio, es decir, solo en el año 2011, pero sin entrar a referirse a la extraordinaria deuda acumulada que podría ascender entre 40 y 50 millones de euros, según cálculos realizados por el sector audiovisual español.
Paternalismo
Según las mismas fuentes internas de Intereconomía, el presidente del Grupo habría dado la orden de pagar las nóminas y facturas de los que ganan menos de 3.000 euros que, en teoría, son los empleados que más necesitados a la hora de sostener a sus familias y mantener sus status personales.
La plantilla directa e indirecta del Grupo Intereconomía se eleva a más de 700 personas entre los diferentes medios. Intereconomía TV, el medio más conocido del grupo, terminó el mes de febrero pasado con una audiencia media del 1,4 por ciento del “share” a todas luces insuficiente y muy bajo para poder mantener a flote publicitariamente un canal nacional generalista: Y ello después de casi diez años de existencia.
La Gaceta tiene una tirada “marginal”, según confesión del propio abogado de Intereconomía ante el juez que defendió a ese periódico durante el juicio que condenó al rotativo (120.000 euros de multa, más costas y rectificación a sus expensas) que dirige Carlos Dávila por injuriar gravemente a militantes vascos de UPyD a los que acusó de corrupción. La sentencia fue durísima y dejó a dicho periódico en muy mal lugar, acusándole de practicar el “amarillismo político”.
Fuentes de OJD reconocen en privado que “en kiosko, La Gaceta no vende más de 5.000 ejemplares en Madrid” y como mucho puede vender otros cinco mil en el resto de España.
Con esas cifras es fácil colegir el destino que le espera al diario ultra de dicho grupo.
Los seis millones a Serrano Súñer
Estos mismos medios señalan que Intereconomía no está abonando a Serrano Súñer los seis millones de euros que se pactaron por la compra de Radio Intercontinental de Madrid, la única Onda Media que se ha vendido históricamente en España.
Aún así, Intereconomía ha seguido “invirtiendo” en otros sectores como la Universidad Tomás Moro entre el pavor de sus empleados quienes, sin embargo, tienen miedo a denunciar con sus nombres y apellidos lo que ocurre en este grupo mediático.
Dagnino intenta el asalto a COPE
Medios cercanos a Julio Ariza subrayan que el editor navarro nombró al exdirector del CEU, Alfredo Dagnino, como consejero delegado y hombre fuerte de la casa con el objeto esencial de conseguir a través de sus buenas relaciones con el cadenal Rouco Varela dinero y ayuda de la Conferencia Episcopal, además de un acuerdo con COPE y 13TV.
Pero no parece que Fernando Jiménez Barriocanal esté por la labor, además de la pésima relación personal que mantiene con Ariza. La intención de los gestores de COPE es dejar caer a Intereconomía para quedarse con su “share” audiovisual.
SOS a los telespectadores
Las dificultades económicas extremas por las que atraviesa Intereconomía deben ser aún más graves de lo que se comenta por Madrid por cuanto desde sus medios se mandan constantes SOS a sus espectadores, lectores u oyentes. Algo inaudito en la praxis mediática de España hasta la fecha.
Venta de productos
Asimismo, Intereconomía se ha convertido en un “zoco” donde lo mismo se venden pulseritas con la bandera española que jamones o paletillas de cerdo. Algo que produce mucha chanza y chacota entre la comunidad mediática y política de la capital.
Desde hace ya mucho tiempo, Intereconomía pagaba a sus tertulianos mediante vales de compra en El Corte Inglés, los “corticoles” que se han hecho famosos en la comunidad periodística y a los que Hacienda tiene bajo su lupa de inspección.
Ataques a los líderes
La Gaceta ha iniciado, paralelamente, una serie de ataques directos contras las televisiones generalistas que son líderes, acusándoles de “poco españolas” y de establecer un duopolio publicitario televisivo que ahoga al resto de los canales. No es algo extraño porque desde este Grupo se ha sido implacable con aquellas marcas que no pasaban por el aro publicitario.
Lo que sucede es que Telecinco marca un 14% del total del “share”; Antena 3 un 12,1 por ciento. Hay que recordar que Cuatro se vendió por imposibilidad económica de subsistir cuando contaba con un share medio superior al 6 por ciento, y La Sexta vendida a Antena 3 cuando se acercaba al 7 por ciento. Intereconomía TV anota un 1,4 por ciento de media diario. Con ese dígito está todo dicho.
Supervivencia
La situación es tan crítica en Intereconomía –ya no es posible recurrir al “sablazo” de última hora pese a los cuatro o cinco ministros amigos personales de su editor-que sus empleados se preguntan acerca de cuánto durará la “huida hacia adelante”. Porque si no es posible abonar las facturas de febrero, el mes de marzo ha entrado ya en su recta final.
Muchos observadores creen que su final no está lejos, al igual que ha ocurrido con Jaume Roures, su cordial enemigo ideológico y hasta personal. El primero cayó hace algunas semanas. Y, ¿el otro? No son pocos los observadores que consideran que está a punto.
