En la audiencia de la Corte Suprema de la India sobre la controvertida prohibición que entró en vigor en febrero, un alto funcionario del gobierno citó las protestas que se están produciendo en Teherán por la muerte de Mahsa Amini para demostrar que «para el Islam el velo no es esencial y, por lo tanto, para defender la laicidad no se debe permitir que se use sobre el uniforme escolar”. La declaración de 2.000 intelectuales indios: «Esta prohibición es un crimen de odio».
Las protestas que se están produciendo en Irán tras la muerte de Mahsa Amini – la joven golpeada hasta la muerte por la «policía moral» por no llevar correctamente el hiyab – fueron citadas hoy en la India por un alto funcionario del gobierno nacionalista hindú, en un Audiencia de la Corte Suprema, como un hecho que justificaría la decisión de prohibir el uso del velo en las escuelas. El defensor general del Estado, Tushar Mehta, se expresó en estos términos durante el debate sobre el recurso presentado por algunas asociaciones islámicas contra la sentencia del Tribunal Superior del Estado de Karnataka, que sancionó en febrero la prohibición a las estudiantes de llevar el velo, afirmando que es incompatible con el uniforme escolar.
El caso desencadenó protestas, exacerbando las tensiones con la comunidad musulmana en uno de los estados indios gobernados por los nacionalistas hindúes del BJP. Ante los jueces, Mehta argumentó que India es un país laico y que incluso en países constitucionalmente islámicos como Irán no todas las mujeres usan el hijab, es más, también luchan contra el velo. Según el propio Corán -prosiguió- «está permitido, pero no es esencial».
Durante la audiencia, la Corte Supremo replicó que «se debe probar más allá de toda duda que el uso del hiyab constituye una amenaza para el orden público, la salud pública o la moral». El defensor general, en cambio, arremetió contra el Frente Popular Indio (PFI), afirmando que el «movimiento de protesta fue planificado para provocar agitación», con mensajes en las redes sociales donde se invita a usar el hijab. El gobierno local -añadió- sería «culpable de inclumplimiento del deber constitucional» si no hubiera actuado como lo hizo.
Se han presentado varios recursos ante la Corte Suprema contra el veredicto del Tribunal Superior de que llevar el hiyab no forma parte de las prácticas religiosas esenciales que se encuentran progegidas en virtud del artículo 25 de la Constitución india. En febrero, durante la polémica por la prohibición de llevar el hiyab en Karnataka, 2.000 intelectuales habían firmado una carta abierta de solidaridad con las estudiantes musulmanas. “La prohibición de usar el hiyab, que ahora se está extendiendo a otros estados, es un crimen de odio”, afirmaron. “Los uniformes en las escuelas -añadieron- tienen como objetivo minimizar las diferencias entre los alumnos. No pretenden imponer la uniformidad cultural en un país plural”.