El Departament d’Educació de la Generalitat ha creado un plan piloto en escuelas públicas de Barcelona, el Baix Llobregat, Girona y Tarragona para impartir la materia de Religión islámica durante este próximo curso 2020-2021, en los niveles de educación infantil, primaria, secundaria obligatoria y bachillerato.
Considero que es una decisión contraria a la aconfesionalidad constitucional del Estado. Lo mismo que mantener la asignatura de Religión católica.
Siendo director de un CEIP, durante la preinscripción convencí a los padres que pensaban solicitar para sus hijos la clase de religión que no lo hicieran, presentando los siguientes argumentos:
-Los estatutos consideran a la escuela como laica.
-Los alumnos cuyos padres solicitan la religión son apartados de su grupo-clase para recibir esa enseñanza.
-Esos alumnos se pierden la clase alternativa en valores cívicos o en educación para la ciudadanía, lo que considero preocupante.
-El mejor lugar para recibir enseñanza religiosa es la parroquia, en la que me consta que hay un buen equipo de catequistas para preparar a los niños y niñas para la primera comunión. La catequesis continúa después para consolidar la enseñanza religiosa.
Una vez convencidos los padres, no solicité ningún profesor/a de religión. Así durante los cuatro años que fui director.
José Melero