“Para alguien de Madrid suena raro y no encajaría en otros ayuntamientos que gobernamos, pero hay un carácter de dignidad popular en esa Virgen”
Al principio no lo entendió, pero luego sí. Cuando se lo explicó el propio alcalde de Cádiz, al que llamó el líder de Podemos tras conocer la noticia, este ya no tuvo dudas de que la concesión por el Ayuntamiento de Cádiz de la Medalla de Oro de la Ciudad a la Virgen del Rosario había sido no solo una buena decisión “muy laica”. Así lo explica el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en una entrevista concedida a Diario de Cádiz que se ha publicado en la edición de este domingo, firmada por el periodista Pedro Ingelmo.
Esta es la explicación/justificación de Iglesias a preguntas del rotativo gaditano:
«Admito que cuando me enteré no entendía nada y tuve que llamar a Kichi para que me lo explicara. Para alguien de Madrid suena raro y no encajaría en otros ayuntamientos que gobernamos. Pero él me convenció. Me habló del carácter de dignidad popular que significaba esa Virgen y que en una ciudad como Cádiz, con esa tradición anarquista y liberal, esa Virgen, tan vinculada a las cofradías de pescadores, no va unida al conservadurismo que nos podría parecer desde fuera. Yo creo que Kichi lo ha manejado de una manera muy laica en el sentido de que se trata una muestra de respeto a los sentimientos populares demostrando que hay que convivir con distintos pareceres y tradiciones. Los urbanitas de izquierda tenemos que aprender a respetar esas tradiciones tan arraigadas en el pueblo».
Los argumentos de Monedero
La peculiar argumentación de Iglesias sigue la estela del argumentario de urgencia difundido en un artículo, publciado el pasado día 28, por el también fundador de Podemos Juan Carlos Monedero: “Porque la Virgen de los humildes, aun siendo cierto que trabaja más tiempo para los poderosos que para los pobres, ayuda a que los golpeados imaginen la vida un poco menos miserable. Y eso, nos guste más o menos, hay que respetarlo”, escribía en su blog ‘Comiendo tierra’.
Monedero redondeaba así su argumentación en defensa de que este alcalde le otorgue una medalla a esta Virgen: «Hoy, Kichi, es alcalde de Cádiz y de todos los gaditanos. Y de la misma manera que está bien que no impulse nada que nos quite la responsabilidad de nuestros actos, hace bien en escuchar al pueblo en el momento concreto en el que vive el pueblo, que es el ahora. Porque en un mundo emancipado es verdad que o no habrá ni dioses ni vírgenes o habra miles. Pero mientras tanto, gobernamos para el pueblo que está ahí. Y gobernamos sabiendo que no es lo mismo el poderoso que el humilde, aunque coincidan en algunos sitios. Kichi no es el alcalde de mañana. Es el alcalde de hoy. Y qué bueno que lo tiene claro. Y además, sin ayuda de la virgen, porque dios nunca abandona a un buen marxista.
Enfado laico
De muy distinto modo opinaba la asociación Cádiz Laica, integrada en Europa Laica, para quien la decisión fue “una contradicción mayúscula de Podemos Cádiz” y una “burla a la legalidad del Reglamento de Honores y Distinciones, que exige que los destinatarios de honores sean Personas físicas o jurídicas o se confirmen méritos extraordinarios hacia la Ciudad de Cádiz”.
En cuanto al hecho de que Podemos Cádiz “se aferre a las 6.000 firmas presentadas por una entidad religiosa, firmas que no han sido cotejadas y que representarían a un 5 % de la población de la ciudad”, Cádiz Laica opinaba que “ni aunque el 99 % de los gaditanos fuera devoto católico el Ayuntamiento debe imponer una religión o sus símbolos a toda la ciudadanía”.
