La comparsa ha emitido un comunicado a raíz de la polémica con la decoración de la txosna, en la que había imágenes que simulaba el despiece por trozos de carne de un Jesús en la cruz, bajo la cúpula del Vaticano
La Ertzaintza ha acudido esta mañana a la txosna de Hontzak para retirar el cartel de ‘Carnicería vaticana’, en la que aparecía una imagen de Jesús y el corazón con espinas. La decoración simulaba el despiece por trozos de carne de un Jesús en la cruz, bajo la cúpula del Vaticano, con el lema ‘Tomad y comed, este es mi cuerpo’. La propuesta de Hontzak encontró la inmediata respuesta del Obispado, que pidió a la comparsa su retirada. Hontzak ha emitido un comunicado oficial para dar a conocer su postura respecto a la polémica suscitada.
La comparsa bilbaína Hontzak ha replicado apelando a la libertad de expresión: «Las supersticiones particulares nunca pueden estar por encima de los derechos elementales».
En una nota, la comparsa ha explicado que con su decoración pretendían «hacer un ejercicio práctico de libertad de expresión y desobediencia civil en contra de la existencia en el Código Penal español del absurdo e injusto delito contra los sentimientos religiosos, ejercicio en el cual reivindicamos que no se le deben poner límites de ningún tipo al humor».
«No entendemos que nadie se pueda sentir ofendido por esto, y si es así, nos sentimos muy ofendidos por ello y les exigimos que dejen de ofenderse inmediatamente, porque ofendiéndose faltan al respeto a nuestros sentimientos más íntimos», han añadido.
Críticas a la Semana Santa
Los miembros de la comparsa creían «que las personas que organizan performances que escenifican un ritual mágico caníbal en el que simulan comerse la carne y beberse la sangre de un mozo de 33 años entenderían que a algunas personas nos pudiera resultar gracioso. Nos parecía tan delirante que no pensábamos que lo hacían en serio».
También han criticado la Semana Santa: «A las personas que formamos Hontzak tampoco nos gusta demasiado la fiesta esa que montan en primavera, en la que unos encapuchados pasean públicamente, y en presencia de niños, muñecos macabros y ensangrentados que puede herir la sensibilidad de muchas personas. Pero entendemos que es un ejercicio de libertad de expresión».
«También entendemos como un ejercicio de libertad de expresión que estas personas menosprecien a las mujeres, ataquen la libertad sexual o arremetan contra la diversidad de género. Aunque no entendamos dónde está el chiste o la parte divertida de esas afirmaciones», señalan.
Además, animan «a esa gente que tanto se ofende a reírse un poco de sí misma».
La comparsa ha terminado el comunicado instando a reflexionar «sobre si es muy razonable que las personas adultas tengan amigos invisibles y pretendan que los demás nos lo tomemos en serio».