Mark Rutte, primer ministro de Holanda.
De acuerdo con una nota firmada por el corresponsal del diario abc de España, el Gobierno holandés estudia la posibilidad de poner en práctica una antigua propuesta de un juez del Tribunal Supremo, profesor de derecho, ensayista y académico, Huib Drion, quien hace cuarenta años lanzó la idea de que el Estado pusiera a disposición de los ciudadanos mayores a 70 años una píldora letal, para que pudieran decidir en qué momento acabar con su vida.
Según el diario español la pastilla del suicidio, o “píldora Drion”, podría ser una realidad este mismo año. Los recientes datos de un estudio oficial revelan que, en efecto, existe una parte de la población de más de 55 años que a pesar de gozar de buena salud, “tienen un deseo de morir consistente y activo”, aunque su proporción, un 0,18% de esa franja etaria, no permite deducir que constituya un grupo significativo. De hecho, el ministro de Sanidad, el democristiano Hugo de Jonge, cree que lo que habría que hacer es «intentar devolverles el gusto por la vida» a este grupo de holandeses que sumaría alrededor de 10.000 personas.
El origen del debate fue la publicación de La elección del final de la vida para los ancianos, el libro en el que el juez Drion hizo su propuesta. «La píldora» constaría de dos dósis. La segunda sería un refuerzo de la primera, y sin la segunda ingesta, dentro de un determinado plazo de días, cesarían los efectos de la primera pastilla. La segunda píldora sería la que consumaría el suicidio. Drion presumió que la ingesta en dos etapas serviría para que quienes la tomaran reflexionaran acerca de terminar o no con su vida.
“Me parece que muchas personas mayores encontrarían una gran tranquilidad si pudieran tener un medio para poner fin a sus vidas de una manera aceptable en el momento en que para ellos sea el más adecuado”, escribió el juez en su libro.
El gobierno que encabeza Mark Rutte se apoya en una alianza de partidos, entre los cuales Demócratas 66, una fuerza liberal, es la que impulsa la pastilla de Drion. Más aún: en su programa electoral incluyó esa propuesta para los ancianos. Pia Dijkstra, parlamentaria de esa fuerza, defendió la posibilidad de una ley, esbozada ya por el gobierno, dado que “las personas ancianas que ya han vivido lo suficiente deberían poder morir cuando lo decidan”.
Ahora, se espera que el gobierno relance el debate, a pesar de las contradicciones existentes en la alianza de gobierno. Rutte, él mismo un liberal, formó gobierno gracias a los votos de la conservadora Unión Cristiana y nadie duda de que esa fuerza de raigambre religiosa no apoyará una iniciativa semejante. Los votos en el parlamento podrían ser suficientes para sacar la ley sin la Unión Cristiana, pero al precio de provocar la eventual caída del gobierno.
El juez Drion, miembro de la Academia Holandesa de Artes y Ciencias, impulsor de la pastilla para que los ancianos decidan cuándo morir, falleció en abril de 2004, por causas naturales, cinco días antes de cumplir 87 años.