Los ayuntamientos acuerdan retirar las cruces que ‘invadían’ la cima del monte. Sólo se conservarán las dos más antiguas
Hernio, una de la cimas más emblemáticas de Gipuzkoa, perderá de ahora en adelante una de sus señas de identidad. Conocida también como ‘la cima de las mil cruces’ por la cantidad que acogía, los ayuntamientos de Albiztur, Larraul, Alkiza, Errezil, Bidania-Goiatz, Hernialde, Aia y Asteasu, junto con la sociedad Erniozaleak, han decidido quitar de la cumbre todas las cruces conmemorativas. El objetivo es, según los propios ayuntamientos. «evitar que la cima se convierta en un cementerio», dada la proliferación de símbolos, tanto cruces como monolitos, en la cumbre del monte.
La decisión de quitar las cruces fue tomada por los propios ayuntamientos hace un año tras un proceso que comenzó en 2012. La primera cruz se colocó en 1911 y llegaron a juntarse cerca de treinta. Ahora queda una decena. Los responsables de los consistorios se preguntaron «qué pasaría si se siguen poniendo más y más cruces», ya que se han ido colocando sin pedir permiso. «Es una posibilidad extrema, pero real, y ¿quién decidiría cuál se queda y cuál quitar?», se preguna Gregorio Iraola, alcalde de Albiztur.
Aunque la decisión no ha gustado a todos, Iraola recuerda que «antes tendríamos que responder a la pregunta de por qué se ponen y si se pueden poner». Y añade que «la tradición de Hernio son las cruces del calvario y los aros, pero el resto de cruces no forma parte de esa tradición histórica y han colocado en los últimos años». Los aros, además, fueron robados el pasado mes de septiembre, aunque después fieron devueltos.
Los ayuntamientos citados decidieron retirar las cruces y prohibir colocar más. Las autoridades municipales quieren dejar claro que «no es una acción a nivel particular y contra nadie», sino una respuesta a una situación general. «Las cruces están creando un obstáculo para que todos puedan disfrutar del monte en las mismas condiciones».
«Hernio es un patrimonio natural universal y no se puede personalizar de ningún modo una parcela», se lee en la declaración que aprobaron hace un año. Por ello, entonces se pusieron en contacto con las familias de los fallecidos a cuyo nombre estaban las cruces y les explicaron la situación. Se les dio un año de plazo para retirarlas voluntariamente. «La mayoría lo entendió y de hecho algunas familias ya se han llevado algunas de las cruces. Las que no sean retiradas por las familias se quitarán por los ayuntamientos en los próximos meses. En su lugar se prevé colocar una placa conmemorativa con un bertso en el que cada familia pueda recordar a su ser querido, de modo que ese recordatorio sea válido para todos los montañeros y herniozales.
De todas las cruces que existen en la cima solo se mantendrán dos: la más antigua y la blanca grande. «La vieja en realidad es un mugarri entre Errezil y Albiztur», recuerdan desde los ayuntamientos concernidos.