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¿Hacia dónde se dirige la sociedad: hacia el libre pensamiento o el integrismo?

La respuesta debe considerar la presencia del Coronavirus, que no ha respetado límites geográficos, sociales, culturales y menos formas de pensamiento.

Todas las organizaciones han tenido que cerrar las puertas físicas de sus lugares de reunión, postergando ceremonias y eventos que se realizaban en los lugares de encuentro. Este contexto emergente se agrega en una sociedad muy cambiante, con transformaciones tecnológicas y valóricas muy rápidas, conocida como “Modernidad Líquida” en palabras de Zygmunt Bauman. Las organizaciones que han tenido la capacidad de mantener los vínculos a través de la tecnología telemática han mantenido los adherentes aglutinados, pero con un costo en la calidad que solo el tiempo evidenciará. Sin embargo, en el paradigma de Bauman, el individualismo podría verse acrecentado; al añadir el forzado aislamiento pandémico.

Las sociedades previas a la pandemia ya se encontraban en un proceso progresivo de secularización. El sentimiento basal pareciera ser la crisis de confianza que han sufrido muchas organizaciones. Como ejemplo, en 50 años definirse católico ha pasado de un 90 a un 55 %. Quienes se declaran sin religión han pasado de un 21% a un 33% en los últimos cinco años.

Esta pandemia ha afectado también lograr una educación pública de calidad, gratuita y laica, en la misión de formar a los niños. The Economist plantea que “la educación nunca regresará igual. Se vuelve presencial pero tecnológicamente adaptativa. Cada quien lo que necesita. Estudiar Offline e in-line será lo normal. Las escuelas y universidades se transforman en un esquema híbrido para siempre”. Al disminuirse la interacción humana presencial y reemplazarla por tele-mática se facilita la intrusión en las mentes de las personas. El uso y abuso de la inteligencia artificial y técnicas de marketing en manos incorrectas son un temor potencial. Por lo tanto, el camino que definitivamente seguirá la sociedad actual dependerá del desarrollo y devenir que tengan las siguientes circunstancias:

1.         Prolongación del actual estado de restricciones sanitarias.

2.         Normalización del actual modo de vivir. La “nueva normalidad”.

3.         Agenda valórica del Estado y los gobiernos de turno.

4.         Resiliencia y/o adaptabilidad de las corrientes de pensamiento y religiones.

5.         Desarrollo (o no) de medios de comunicación y redes sociales en un contexto ético que sea veraz, tolerante e inclusivo.

El progresivo deterioro de la influencia de las religiones me parece que se estaría desarrollando en un espacio de pseudo secularización, porque no se da en la búsqueda consciente del libre pensamiento, sino que simplemente obedece al alejamiento obligado de la práctica religiosa presencial. Más aún, en este escenario se está lejos de un pensar laico que, para ser aprehendido en las conciencias, requiere el desarrollo colectivo. Obviamente que la prolongación del actual contexto sanitario restrictivo atenta contra ello.

Finalmente, solo queda aventurar que en el escenario pospandemia se avanzará hacia el libre pensamiento o el integrismo dependiendo fundamentalmente de qué línea de pensamiento logre adaptarse mejor a la nueva realidad de la modernidad líquida con su marcada influencia tecnológica y, a través de ello, logre una convocatoria significativa. Instituciones progresistas de pensamiento se han adaptado a los tiempos que nos tocan vivir, incluso con gran resistencia desde sus propios centros neurálgicos, algunos muy anquilosados y resistentes a la modernidad, desarrollando espacios no solo para mantener la fidelidad de sus adeptos, sino que han utilizado la tecnología comunicativa con la clara intención de instalar el librepensamiento en la agenda constructiva de la sociedad para promover ideas y conductas. La carrera está lanzada, pero el recorrido y localización de la meta es incierto. La resiliencia, la adaptabilidad a escenarios cambiantes e inciertos, son habilidades que deberán desarrollan las organizaciones, a través de sus miembros, si hay intención de que su manera de ver la vida sobreviva al futuro vertiginoso y desconocido.

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