Hombres armados vinculados al grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe) secuestró la noche de este martes a un sacerdote católico y más de una docena de fieles en la ciudad de Marawi, en el sur de Filipinas.
Durante el asedio los extremistas quemaron edificios, izaron banderas referentes al Daesh, emboscaron soldados y se llevaron al sacerdote Chito Suganob, a diez fieles y tres empleados de la iglesia que se encontraban en el templo, mientras que las tropas estatales y milicianos continuaban enfrentándose.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, arzobispo Sócrates Villegas, indicó que los grupos armados amenazaron con matar a los rehenes si no retiraban a las fuerzas gubernamentales.
Agregó que ni los rehenes ni el sacerdote participaban en el conflicto, “la captura de los mismos viola todas las normas de un conflicto civilizado”.
Este ataque surge, luego que el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, declarara este martes la ley marcial en toda la isla de Mindanao, luego que extremistas vinculados al Daesh invadieran varias ciudades de Marawi y se enfrentaran a fuerzas del Ejército que asistieron para controlar la zona.
Duterte ordenó la ley por 60 días en toda la región de Mindanao y advirtió que la aplicaría con firmeza. Esta ley permite detenciones y arrestos con mayor rapidez.