En Granada Laica lamentamos el fallecimiento del exconcejal del Ayuntamiento de Granada, José Miguel Castillo Higueras, y condenamos con firmeza la execrable agresión que lo provocó. Hacemos llegar nuestras condolencias a su familia y allegados.
Sin embargo, rechazamos que se le conceda el nombramiento de concejal honorario del Ayuntamiento de Granada a título póstumo. No dudamos de la buena fe del exconcejal, ni de que realizara valiosas aportaciones a la ciudad de Granada, pero no se puede dejar de lado, sin más, que fue el principal impulsor de festividades de marcado carácter confesional, como las de San Cecilio, el Corpus Christi y la ‘Toma de Granada’, así como de las hoy «tradicionales» ofrendas institucionales a la Virgen de las Angustias. En todos los casos, con convocatorias y participación de cargos públicos en actos de tipo religioso. Como siempre, recordamos que las personas que ostentan esos cargos pueden participar en las ceremonias religiosas que quieran, pero no a título institucional, sino privado.
Esas festividades nos retrotraen, en definitiva, al nefasto nacional-catolicismo, contrario a la aconfesionalidad del Estado, a la democracia y al respeto debido al conjunto de la ciudadanía, muy plural en sus convicciones y creencias.
Dada esa lamentable y perdurable huella del exconcejal, que la precipitada iniciativa para la distinción póstuma nos obliga a recordar públicamente, nos oponemos a la concesión del título de concejal honorario a José Miguel Castillo Higueras.
