GRANADA LAICA
Agradezco el artículo que publica Fernando Arredondo en este periódico, en su sección de Opinión (sábado 02/04/2011). Lo hago doblemente, primero por darme la oportunidad de hablar de Granada Laica y en segundo lugar por ofrecerme la oportunidad de aclararle el total error del que parte en su exposición y devolverle de paso un poco de paz cristiana que parece perder al escribir sus letras a esta sección.
Comienza El señor Arredondo analizando el sentido etimológico de la palabra laicismo a partir de su definición en el DRAE: “Doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa.” para evidenciar supuestamente su contenido antidemocrático, desde la que entiende una Asociación cuya doctrina según apunta “pretende imponerse” a toda la sociedad. Se fija en su carácter de doctrina y no en lo más valioso de la definición, “la independencia del hombre o la sociedad” que le posibilita a él ejercer su religión y los demás decidir sobre ello.
Posiblemente (pues al final de su artículo se reconoce católico) desde el conocimiento interno de los procedimientos de la iglesia católica, parta su grave error. Puesto que la iglesia católica, como asociación religiosa, ha demostrado históricamente el carácter impositivo de sus convicciones (en ocasiones a sangre y fuego), posiblemente decía piense el señor Arredondo que todas las Asociaciones ciudadanas son iguales que la suya.
No es el caso de Granada Laica, se lo aseguro, pues lejos de “reaccionar contra la expresión religiosa” lo que pretende es llamar la atención sobre el hecho de que además del señor Arredondo (y seguro que muchos más) justo a su lado, hay alguien más.
Hay muchos más que, aún desde la misma tradición, cultura y las mismas semanas santas en su haber, prefieren ejercer su libertad de conciencia desde tantos otros puntos de vista, sin por ello despreciar en modo alguno (muy al contrario) que el pueda declarar su catolicismo hasta en sus andares.
Granada Laica andaría junto a él si se tratara de iguales, de ciudadanos en libertad de decidir en conciencia; cuando hablando de educación ninguno habla de adoctrinamiento; cuando la marca (símbolo) que identifica su club no ha de estar en todos los clubes; cuando hablando de financiación de las asociaciones no se prima a una sobre las demás; cuando hablando de sentido cristiano no pide dinero por ejercerlo; cuando no se confunde religión con poder y, en definitiva, iríamos juntos de seguro si se parte del respeto al que no piensa como tú, sea minoría o mayoría.
Esa es la Granada en la que todos cabemos, si es solo católica solo cabéis los que pensáis como el señor Arredondo, si es Granada Laica entramos todos. Tendremos que trabajar duro, pues si eso no se entiende desde sectores de la universidad de Granada puede que tenga que ver con la herencia de la que la hace ahijada…
Rafael Fuentes Soldevilla. Miembro de Granada Laica
El artículo al que se responde puede verlo en el archivo PDF adjunto
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