«Los creyentes católicos son muy libres de organizar los actos que quieran, pero las autoridades públicas, civiles y militares, no deben participar en ellos».
La asociación Granada Laica ha criticado en un comunicado el «carácter marcadamente confesional» del acto institucional celebrado el pasado día 10 de noviembre en Granada con motivo del quinto centenario del traslado de los restos mortales de los Reyes Católicos desde lo que fuera el convento de San Francisco (hoy Parador Nacional), en la Alhambra, hasta la Capilla Real.
Para Granada Laica, ese perfil católico de la conmemoración resultaba «acorde con las costumbres del nacional-catolicismo franquista, pero inaceptable en una democracia. Es inadmisible -recalcan- que el alcalde (en este caso, del PSOE) y otras autoridades civiles y militares participen en una misa (de “acción de gracias”, en la Capilla Real, celebrada por el arzobispo de Granada), y que el mismo alcalde y el arzobispo co-protagonicen el resto de actos “cívico-religiosos”, acabando con un cántico en honor de la Virgen».
Como nota histórica, añade el comunicado que «aquellos reyes serían, sí, muy ‘católicos’, pero no olvidemos que aquel catolicismo les llevó a actuaciones con las que violaron de manera atroz derechos humanos elementales de judíos, moriscos, gitanos e indígenas americanos».
Aunque es probable que predique en el desierto, Granada Laica subraya con insistencia, como en otras ocasiones, que «los creyentes católicos de hoy, y sus representantes, son muy libres de organizar, por supuesto, los actos que quieran, pero las autoridades públicas, civiles y militares, no deben participar en ellos, pues están, o deben estar, al servicio de toda la ciudadanía, por lo que se les exige tener un comportamiento aconfesional, lejos de rancias y antidemocráticas actuaciones como las que acabamos de contemplar».