Europa Laica renovó recientemente su campaña del IRPF por la que pide no marcar ni la casilla de la Iglesia que supone un privilegio al recibir financiación pública para le completo sostenimiento de su estructura organizativa jerárquica, ni la casilla de «fines sociales» que nació como una justificación política para mantener la casilla de la Iglesia y que supone: supeditar la atención de las necesidades sociales al arbitrio de qué personas y cuántas sean las que marquen esta casilla, además de una privatización de las políticas sociales que terminan en su amplia mayoría en manos de organizaciones también católicas (Cáritas recibe más de la mitad de los fondos, y otras organizaciones católicas también gestionan otra parte importante).







En los días previos, se había presentado la campaña y el informe crítico de Europa Laica sobre la memoria de actividades de la Iglesia: