Casi un centenar de personas acudieron a la convocatoria de Granada Laica y se concentraron en la plaza del Ayuntamiento de Granada, el 9 de diciembre a las siete de la tarde, para reclamar avances hacia una Granada laica y un Estado laico.
El 9-D se celebra el Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia ya que es el aniversario de la aprobación en Francia de la ley de separación del Estado y la Iglesia, y también de la aprobación, durante la Segunda República, de la Constitución que proclamaba la laicidad del Estado. Este año, además, se conmemora el XX aniversario de Europa Laica.
Con un animado fondo musical en el que no faltaron Serrat, Loquillo, Paco Ibáñez, Labordeta, Aute, Krahe o Alaska, e incluso algún rap propio, se expusieron carteles y se corearon lemas en favor del Estado laico y de la libertad de conciencia; incluso algunos paseantes se incorporaron al acto festivo-reivindicativo.
Este año tuvo especial fuerza la reclamación de las decenas de miles de bienes inmatriculados (“Inmatriculaciones, cosa de ladrones”, “No al sagrado expolio, de nuestro Patrimonio”), sin olvidar el que el Estado no financie a las iglesias (“Que la Iglesia pague impuestos, y no viva más del cuento”, “La Iglesia con sus chanchullos, te quita lo que es tuyo”), que la religión salga de la Escuela y la Universidad (“Ni cristiana ni islámica, que la escuela sea laica”, “La escuela para educar, no es sitio de adoctrinar”), y que las autoridades no olviden que lo son de toda la ciudadanía (“Cargos de la ciudad, respetad la laicidad”, tanto las civiles (“Alcalde en procesiones, como pulpo en pantalones”) como militares (“El Ejército tras el obispo, qué vergüenza haberlo visto”).
Estas reivindicaciones se detallaron y argumentaron con la lectura, a cargo de una socia de Granada Laica, de un Manifiesto de Andalucía Laica adaptado a Granada. En este sentido, se recordó –entre otras cosas– que hay que evitar que el nuevo Reglamento de Honores del Ayuntamiento de Granada permita que cada vez que una Virgen sea coronada canónicamente se le entregue la Medalla de Oro de la ciudad, que hay que conseguir mantener la festividad de Mariana Pineda, y que es inaceptable la asistencia de la rectora de la Universidad a la misa episcopal de apertura de curso. (El acto también estaba apoyado por UNI Laica).
Con carácter más general, se recordó que el laicismo exige la denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede, la autofinanciación de la Iglesia Católica, la abolición del delito de “ofensa a los sentimientos religiosos”, la promoción de una ley de Libertad de Conciencia que afiance la igualdad de todas las personas con independencia de sus creencias, la aprobación de una ley de recuperación de los bienes indebidamente inmatriculados, la recuperación de los servicios públicos, la revocación de los conciertos educativos, y la salida de las asignaturas de religión del currículum escolar.
Se finalizó con un llamamiento a los colectivos, asociaciones y partidos políticos, así como a todas las personas que comparten los principios laicistas, a defenderlos para hacer realidad la consolidación de una democracia en la que no existan las graves discriminaciones que actualmente perviven en Granada, en Andalucía, y en toda España.