Descargo de responsabilidad
Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:
El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.
¡Oh dueño de fortuna y de pobreza, ventura y malandanza, que al rico das favores y pereza y al pobre su fatiga y su esperanza! Antonio Machado, ‘El Dios ibero’
Según la RAE, ética (segunda acepción) es el “Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad.” Este conjunto puede resumirse en “valores” que sustentan la convivencia en una sociedad. Pero, ¿de dónde salen esos valores? Contra lo que muchos opinan, no hay una ética compuesta por valores morales naturales, innatos en el ser humano. La prueba es que muchos pueblos, desde los más primitivos a los más desarrollados, disponen de valores muy diferentes. A poco que viajes, puedes comprobarlo.
Así que esa ética social o valores son una construcción de cada sociedad. La base de esa construcción suelen ser experiencias colectivas muchas de ellas antiguas y repetidas en el tiempo. Y por supuesto, cómo se encaran esas experiencias. Fruto del miedo, el ser humano siempre ha encarado las calamidades y los desastres y los golpes de buena fortuna como castigo o regalo de un ser (o varios seres) superior/es. Así nacieron los dioses, inicialmente ligados a fenómenos naturales sobre los que poseían la potestad de amarrarlos o desatarlos.