El artículo recoge el planteamiento de CiU sobre la laicidad (positiva ? ) y las relaciones que mantendrá con las confesiones religiosas.
1. El Govern de Artur Mas, surgido de las urnas y del Parlament, adoptará ante el hecho religioso la postura que Jordi Pujol mantuvo en su largo período presidencial. Sensibilidad religiosa y laicidad positiva. Este compromiso consta en su programa electoral.
2. La sensibilidad religiosa de Convergència i Unió (CiU) deriva de la experiencia histórica y existencial de un amplio sector de sus dirigentes, militantes y votantes. Y también de la ideología de los dos partidos coaligados, especialmente de Unió Democràtica. Es un planteamiento que sintoniza con el espíritu conciliar del Vaticano II y, por tanto, está muy lejos de caer en la tentación del nacionalcatolicismo.
3. Así el primer punto programático del apartado “Asuntos religiosos” señala que CiU siempre ha considerado la “persona” como eje vertebrador de las acciones políticas. Eje vertebrador de los diversos ámbitos en los órdenes “material” y “espiritual”.
4. Por ello, se recuerda, el Govern de CiU creó ya en el 2000 la secretaría general de Afers Religiosos. Lo hizo “en reconocimiento institucional a la existencia del hecho religioso y la necesaria relación y colaboración con las confesiones religiosas desde la convicción que contribuyen a la paz, la convivencia y el bien común”.
5. El programa, entre otros puntos, está a favor de la laicidad positiva. “Defenderemos –se señala- una laicidad positiva, entendida como sinónimo de aconfesionalidad, que ha de asegurar la neutralidad entre los poderes públicos y las confesiones, y una separación orgánica entre ambas instituciones. Una laicidad puesta al servicio de la población en los aspectos en que la sociedad demanda determinadas prestaciones; no para promover una determinada fe sino para que las Administraciones cumplan en lo que respecta a los derechos de la libertad religiosa”.