La plataforma Pluralismo y Convivencia fue creada por el entonces Gobierno socialista al poco de llegar al poder y quedó constituida en 2005 como impulso al macroproyecto de la Alianza de Civilizaciones. La nueva sede está ubicada en unas instalacio
Aunque la nueva sede de la fundación Pluralismo y Convivencia, máximo exponente del laicisimo de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, está operativa desde el pasado febrero, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, la inauguróoficialmente este martes, justo coincidiendo con la celebración católica de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Brasil. Esta entidad, constituida por acuerdo del Consejo de Ministros en octubre de 2004, ha estado presidida por los sucesivos ministros de Justicia de las dos legislaturas socialistas: Juan Fernando López Aguilar, Mariano Fernández Bermejo y Francisco Caamaño. Con la llegada del PP a La Moncloa y su política de ajustes por la crisis económica, esta entidad, ideada como impulso a la Alianza de Civilizaciones, no se ha visto obligada a desaparecer, a diferencia de lo ocurrido con otros aparatos ideológicos del zapaterismo, y ha continuado, aunque en menor medida, recibiendo dinero público para subsistir. Si el pasado año se le asignaron 1,8 millones de euros, los Presupuestos Generales del Estado para el presente ejercicio rebajan esta cantidad a 1,5 millones.
Este recorte de 300.000 euros coincide con el cambio de sede de Pluralismo y Convivencia, que se ha trasladado dentro la capital madrileña de la calle Pintor Rosales, número 44, 6º izquierda, a un inmueble ubicado en la calle Fernández de los Ríos, número 2, 1º izquierda. Esta entidad no tendrá que asumir coste de alquiler por utilizar tales dependencias, ya que son propiedad de la Administración General del Estado (AGE). Según informaron a este diario fuentes de Pluralismo y Convivencia, su nuevo domicilio estaba antes adscrito a Patrimonio Nacional.
El ministro de Justicia manifestó este martes que esta fundación sigue recibiendo ayudas públicas del Gobierno porque presenta unas “circunstancias excepcionales” y aludió a “dos aspectos que deben estar por encima de la situación económica: la libertad religiosa, amparada por nuestra Constitución, y el pluralismo”. En este sentido, Gallardón enfatizó que si bien “España es un país de confesión inmensamente católica, es la propia Iglesia la que nos ha enseñado a los católicos que la tolerancia con cualquier confesión religiosa es una exigencia de las normas de convivencia”.
Sin embargo, el concepto de tolerancia no ha estado presente en algunos de los proyectos subvencionados estos años a través de Pluralismo y Convivencia. Por ejemplo, la mezquita Al Madina de Alcalá de Henares (Madrid), cuyo imán Abu Omar Hussein justificaba las leyes islámicas con argumentos inhumanos, recibió 2.000 euros en 2009. Este líder musulmán llegó a afirmar en la prensa local: “Son leyes de Dios. Si cortamos la mano sólo a uno servirá para prevenir que el resto robe. Si lapidamos a una persona entonces la gente se cuidará”.
Esta cesión de una propiedad del Estado a una fundación laica llega además en plena polémica sobre la insistente exigencia del PSOE para que la Iglesia Católica pague el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). El vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, advirtió recientemente en una entrevista a Efe de que si se modifica la Ley de Mecenazgo que exime del abono de dicho tributo a la Iglesia y a otras entidades sin ánimo de lucro como Cruz Roja Española “los perjudicados serán los ciudadanos”.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (i), ayer en la presentación de la nueve sede de Pluralismo y Convivencia. Ministerio de Justicia
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