El Papa afirmado ante médicos españoles e iberoamericanos que la eutanasia es el triunfo del egoísmo en medicina y lo contrario a la compasión por el enfermo, al tiempo que ha criticado la cultura «tecnológica e individualista» que desprecia la compasión «porque significa someter a la persona que la recibe a una humillación».
«La compasión es de alguna manera el alma misma de la medicina», ha afirmado en una audiencia privada con los representantes de la profesión médica de España, Portugal e Iberoamérica, en la que estaba el presidente de la Organización Médica Colegial de España (OMC), Juan José Rodríguez Sendín.
«No faltan quienes se escudan en una supuesta compasión para justificar y aprobar la muerte de un enfermo. No, la verdadera compasión no margina a nadie, ni la humilla, ni la excluye, ni mucho menos considera como algo bueno su desaparición», ha evidenciado el Pontífice argentino.
De esta manera, ha manifestado que la eutanasia es «el triunfo del egoísmo» en cuanto a que promulga la «cultura del descarte que rechaza y desprecia a las personas que no cumplen con determinados cánones de salud, de belleza o de utilidad». «A mí me gusta bendecir las manos de los médicos como signo de reconocimiento a esa compasión que se hace caricia de salud», ha agregado al respecto.
Por otro lado, ha recordado que este año la Iglesia Católica celebra el Jubileo de la Misericordia y les ha agradecido su «dedicación, cercanía y profesionalidad a las personas que padecen una enfermedad». Así ha declarado que la compasión «no es lástima, es padecer-con».
«La identidad y el compromiso del médico no sólo se apoya en su ciencia y competencia técnica, sino principalmente en su actitud compasiva y misericordiosa hacia los que sufren en el cuerpo y en el espíritu», ha evidenciado.
Por ello, ha explicado que la compasión es la «respuesta adecuada» al valor inmenso de la persona enferma porque el valor «sagrado» de la vida del enfermo «no desaparece ni se oscurece nunca, sino que brilla con más resplandor precisamente en su sufrimiento y en su desvalimiento».
Así ha hecho un llamamiento a los médicos para que no cedan a la «tentación funcionalista» de aplicar soluciones rápidas y drásticas, «movidos por una falsa compasión o por meros criterios de eficiencia y ahorro económico». «Está en juego la dignidad de la vida humana; está en juego la dignidad de la vocación médica», ha señalado finalmente.