El ex presidente del Gobierno considera que los obispos se creen «en posesión de una verdad absoluta» y quieren «salvar» a los españoles
El ex presidente del Gobierno Felipe González considera que los obispos se creen "en posesión de una verdad absoluta" y quieren "salvar" a los españoles de "sus errores". "Y estamos hartos de que nos salven", ha afirmado.
González, que hoy ha recogido en San Sebastián el premio Ramón Rubial a los valores socialistas, ha contrapuesto la figura del que fue presidente del PSOE -"un hombre paciente y sin rencor"- a la de los obispos que dicen que "la laicidad es contradictoria con la Constitución y que eso es lo que va a perjudicar a la democrcia".
Ha asegurado que al oír estas manifestaciones se vuelve "impaciente y casi impertinente" y siente ganas de "hacer un rosario de citas para que no digan tonterías".
Ha recalcado que "la laicidad es el fundamento de la convivencia entre distintos sentimientos de pertenencia o de adscripción etnicoultural o etnicoreligiosa".
"Los que no piensan así, los que tienen cualquier actitud integrista, que es el fenómeno que estamos viviendo, tienden a excluir a los demás porque el integrismo tiene mucho que ver con una especie de concesión ética de lo absoluto. Y cuando se siente la ética de lo absoluto se excluye al otro, al que no comparte la verdad absoluta que uno lleva en la mochila", ha subrayado.
"El debate banal de la España en crisis"
González ha expresado también su impaciencia por el "debate banal" de la "España en crisis", según el cual "ahora resulta que Zapatero tiene la culpa de que el barril de petróleo cueste 100 dólares".
Se ha mostrado, por otro lado, preocupado por "la dulce decadencia europea", porque "no se está percibiendo la pérdida de relevancia de Europa en el mundo", en un momento en el que, por ejemplo, un "país fuerte" como Alemania está importando de la India "la ingeniería del siglo XXI que necesita".