Todos los 8 de septiembre se celebra una misa especial en la iglesia del Monasterio de Guadalupe. Es, de hecho, el único acto relevante que tiene lugar el Día de Extremadura. De esta manera, a pesar de la aconfesionalidad del Estado (CE, art. 16.3), el gobierno de turno utiliza a la organización religiosa católica y ésta se deja utilizar… «Por el interés te quiero Andrés». Ya sabemos que siempre pasa el cepillo… y lo que haga falta.
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, ha oficiado la misa solemne en honor de la Virgen de Guadalupe, patrona de la Comunidad Autónoma, en la Basílica del Real Monasterio de esta localidad cacereña, a la que han asistido, entre otros, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara (PSOE), la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco (PSOE), y los presidentes de las diputaciones de Badajoz y Cáceres, Miguel Ángel Gallardo (PSOE) y Rosario Cordero (PSOE)… y otras autoridades políticas (PP y Cs) y militares.
El arzobispo de Toledo, de la que depende Guadalupe, ha estado acompañado por los responsables de las tres diócesis extremeñas, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, y los obispos de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, y Plasencia, José Luis Retana, además del arzobispo emérito de Segovia, Ángel Rubio, natural de Guadalupe.