Ayer viernes por la mañana, dos grupos de estudiantes de primero de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada (UGR) se examinaban de Lengua Española II con los nervios propios de un control. Lo que no esperaban es que a mitad de la prueba dos compañeras fueran expulsadas del aula a consecuencia de una polémica con el uso del velo (hiyad) y la acusación de que pudieran estar copiando a través de un pinganillo.
Ocurrió en el edificio Espacio V Centenario (antigua facultad de Medicina, situada en la avenida de Madrid), donde este alumnado ha asistido a clase este año académico por las obras de su centro en la calle Puentezuelas.
«Una profesora ha echado a dos alumnas del aula porque llevaban velo. Literalmente las ha expulsado porque decía que había que comprobar si tenían un pinganillo debajo. Las chicas han dicho que por qué no había hecho eso antes», relata Juan Pinilla, alumno que estaba haciendo el examen en la misma clase.
El lance ha ocurrido en mitad de la prueba y las dos alumnas han salido descompuestas después de decir que ellas podían llevar velo. Según el relato de Juan Pinilla, la profesora que las echó les dijo: «Aquí van las cosas así, en vuestra religión no sé cómo van», ya en alusión al velo y no solo al posible pinganillo con el que pudieran estas alumnas copiar.
Las dos estudiantes volvieron después a clase y terminaron el examen, según relató el estudiante. Otra profesora que estaba en el aula, según Pinilla, se disculpó y les dijo que volvieran a hacer la prueba. En el aula había unos cincuenta universitarios. Eran de dos grupos diferentes.
El Defensor Universitario, Antonio Ángel Ruiz Rodríguez, dijo a este periódico que no habían ido a presentar queja alguna estas estudiantes (el suceso ocurrió a las 13.55 horas). Lo que sí explicó es que hace escasos meses hizo un pronunciamiento, a raíz de otro problema de otra alumna con un profesor durante otro examen. En aquel caso la universitaria presentó la queja. El conflicto se solventó. En este caso, el equipo de gobierno de la UGR anunció la apertura de un proceso de información reservada para esclarecer lo sucedido.
El pronunciamiento del Defensor Universitario reseñaba que las alumnas pueden ir a una clase o un examen con velo, con el hiyad. «La identificación de la persona y la libertad religiosa son totalmente compatibles», valoró Ruiz. En un Estado aconfesional como el español «no hay problema porque lleven el velo», subrayó el Defensor Universitario.
En el caso de que el profesorado tenga dudas de que en un examen alguien esté copiando se recomienda hablar con él de forma discreta. Ya sea tanto una alumna con un velo como cualquier otro estudiante que vaya con gorra, el pelo hacia delante… puede hablar con él o ella, de manera discreta, y reclamar que deje el pabellón auditivo al descubierto para ver que no tiene ningún instrumento que le facilite copiar en el examen, es lo que se recomienda el cuerpo docente.
El uso del velo en las aulas, tanto de institutos como de universidades, ha sido objeto de polémica a nivel nacional y también en otros países (uno de los de mayor repercusión Francia). En la Universidad granadina es frecuente ver a universitarias con el pañuelo que les cubre la cabeza en cualquiera de sus facultades y escuelas.
Copiar a través de pinganillo o con cualquier artilugio tecnológico parece ser que está de moda en esta época de exámenes, pero como indicaban ayer algunos miembros de la comunidad universitaria, «no se debe confundir una cosa con otra».