La Comisión Europea rechaza una iniciativa legislativa popular que aspiraba a prohibir los proyectos de investigación que usaran células madre de embriones humanos
Varapalo de la Comisión Europea a una iniciativa masiva apoyada por colectivos antiabortistas de toda Europa. A pesar de contar con el respaldo de 1,7 millones de firmas recogidas en 18 países de la Unión Europea, y con el exeurodiputado Jaime Mayor Oreja como padrino, la iniciativa ciudadana One of us (Uno de nosotros) no ha conseguido que el gobierno europeo haga suya la propuesta legislativa para impedir que se investigue con células madre de embriones humanos. Mientras en Bruselas se discute cuál será el nuevo presidente de la Comisión, el equipo de Durao Barroso ha respondido un rotundo “no” a las pretensiones de estos colectivos de frenar una línea de investigación que puede salvar innumerables vidas y mejorar la de muchos ciudadanos en todo el mundo.
“Es un hito histórico, es la primera vez que todos nos unimos para defender la vida”, aseguró Mayor Oreja en la presentación de esta propuesta que pretendía, a través de esta iniciativa legislativa popular, que la Comisión obligara a toda la Unión Europea a “no consentir ni financiar acciones que presupongan o favorezcan la destrucción de embriones humanos” y la fiscalización de los fondos de investigación para “garantizar que éstos no son empleados para atentar contra la vida humana”.
Máire Geoghegan-Quinn, comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, fue tajante: “Las células madre de embriones son únicas y ofrecen un alto potencial de salvación de vidas humanas; las pruebas de carácter clínico han comenzado ya. La Comisión seguirá aplicando las estrictas normas y restricciones éticas que se han determinado para toda la investigación financiada por la UE, entre ellas la no financiación de la destrucción de embriones”.
Un total de 27 proyectos de investigación con células madre embrionarias han recibido 156,7 millones de euros de la UE entre 2007 y 2013, mientras que la dotación total en el terreno sanitario en el mismo período fue de 6.000 millones. “Actualmente la investigación con células madre de embriones humanos está permitida, sujeta a ciertos controles y condiciones, en 18 estados miembros, está prohibida en otros tres, y en el resto no hay legislación específica”, explica el ejecutivo Comunitario.
Uno de los motivos por los que se rechaza esta iniciativa, además de porque pondría en riesgo líneas de investigación de gran importancia, es que en diciembre de 2013 ya se aprobaron en la Unión Europea las disposiciones de Horizonte 2020 relativas a la investigación con células madre de embriones humanos con el apoyo del Parlamento Europeo y el Consejo, “sobre la base de un acuerdo alcanzado democráticamente durante las negociaciones interinstitucionales”.
“Estas disposiciones excluyen explícitamente de la financiación de la UE la destrucción de blastocistos con fines de investigación y respetan plenamente la legislación nacional sobre investigación con células madre de embriones humanos”, señala la Comisión. Según el ejecutivo, las auditorías han demostrado que el sistema está bien diseñado y es respetado, de acuerdo con las mayores exigencias éticas. Además, la Comisión informa de que no se han solicitado expresamente propuestas de investigación en las que se utilicen células madre de embriones humanos.
La Unión Europea cuenta con un sistema denominado de “triple cerrojo” para controlar este tipo de investigaciones, ya que deben cumplir las legislaciones nacionales, ser validados en una revisión científica interpares y porque no puede utilizarse la financiación de la UE para obtener nuevas líneas de células madre.
La controversia por la utilización de embriones humanos en estas líneas de investigación destinadas a curar graves enfermedades ha despertado importantes controversias a partir de las protestas de los autodenominados grupos “provida”, que defienden que el embrión es una persona de pleno derecho desde la fecundación. La Comisión asegura, además, que apoya la opción de dejar de investigar con este tipo de células en cuanto “se encontraran alternativas a las células madre de embriones humanos con el mismo potencial que estas”.
Jaime Mayor Oreja, en la presentación española de la iniciativa. / One of us
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