El Ministerio de Juventud e Infancia ha publicado el Real Decreto 897/2024, de 10 de septiembre, para la concesión de subvenciones «de forma directa y con carácter excepcional por razones de interés público y social que impiden la concurrencia».
El decreto reparte más de tres millones de euros entre distintas organizaciones, que deberán presentar proyectos. Con las cantidades recibidas, los beneficiarios podrán financiar gastos de estructura y funcionamiento.
En las 18 páginas del BOE que ocupa el decreto se habla reiteradamente de los derechos de niñas, niños y adolescentes, pero no se explica qué circunstancias excepcionales pueden justificar que se salten los mecanismos habituales para subvencionar a organizaciones. La concesión de subvenciones debe anunciarse con antelación para que puedan solicitarlas todas las interesadas, e incluir la presentación de proyectos que, lógicamente, se deberían valorar antes de asignárseles fondos, no después.
Tampoco parece muy coherente con circunstancias excepcionales que el dinero se pueda emplear en estructura y funcionamiento, es decir, en mantener la marcha de la organización, no en ayuda concreta a los jóvenes necesitados.
El decreto señala como receptores de las ayudas a algunas asociaciones que dependen de organizaciones religiosas conocidas por adoctrinar a niñas y niños, vulnerando el derecho a la libertad de conciencia.
Europa Laica rechaza que se emplee un procedimiento excepcional así para subvencionar a entidades caritativas privadas. Defiende que la justicia es el bien que el Estado debe perseguir, no la caridad. Y denuncia asimismo que entre las organizaciones privadas se encuentren las de la Iglesia católica, que tiene una amplísima asignación en los presupuestos generales del Estado, y que practica el adoctrinamiento infantil en sus intervenciones.
