Europa Laica, en el marco de la campaña unitaria que desde hace 25 años viene reclamando «una escuela pública y laica y la religión fuera de la escuela», promueve al inicio del curso escolar la iniciativa «No apuntes a tus hijos e hijas a religión. Respeta su libertad de conciencia» dirigida a la comunidad educativa y, esencialmente, a madres y padres y a las AMPAS
Con la iniciativa “No apuntes a tus hijos e hijas a religión. Respeta su libertad de conciencia”, Europa Laica propone que las y los escolares no sean matriculados en la asignatura confesional de religión, “respetando así el derecho de las y los menores a su libertad de conciencia, en cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y todas las Convenciones relacionadas con la Infancia”.
Europa Laica, junto a otras organizaciones como la aragonesa Movimiento hacia un Estado Laico (MHUEL), viene reclamando -desde hace años- que la “religión salga de la escuela” a través de la “Campaña por una escuela pública y laica” y ahora se plasma, también, en el “Documento de bases para una nueva Ley de Educación”, porque entienden que “las diferentes convicciones personales, incluidas las creencias religiosas, así como los dogmas de cualquier naturaleza, no son cuestiones a plantear en el ámbito escolar. Ya que para ello hay otros lugares: iglesias, mezquitas, sinagogas… etc.”.
A juicio de Europa Laica, la escuela ha de servir para “aprender, desarrollar capacidades, incluir y no segregar, no discriminar por motivos de raza, sexo, religión, opinión y para respetar la libertad de conciencia de los menores, según los artículos 10 y 14 de la Constitución española”.
La religión confesional incrustada en la enseñanza “provoca la segregación de alumnado desde los tres años, en función de las convicciones de sus padres y madres”, sostienen. La separación por motivos de creencias “vulnera el principio del derecho a la libre conciencia de las y los menores, además de que estigmatiza, hecho contrario a todo proceso educativo”, añaden.
Por ello vienen exigiendo, antes y después de la LOMCE, que el sistema educativo sea laico y, además, que no se imparta religión confesional, “por supuesto que no sea evaluable y por tanto que no se imparta materia alternativa”. “Una materia sobre valores y actitudes éticas, cívicas, sociales y democráticas, debería de tener la misma entidad que cualquier otra asignatura y se debería de impartir a todo el alumnado”, subrayan.
A pesar de la postura de Europa Laica en contra de la religión en la escuela y, consecuentemente, de una alternativa, situados en la realidad LOMCE y su aplicación, estiman que, ahora “la solución menos mala”, es “optar por la asignatura de Valores Sociales y Cívicos (Primaria) o Valores Éticos (Secundaria)”, tanto en los centros de titularidad pública, como en los privados concertados, sean religiosos o no. “Por supuesto, mientras no se saque la religión de la escuela, que es nuestro objetivo”, aclarán.
Desde estas organizaciones, constatan que cada año menos alumnado solicita ir clase de religión y en estos momentos en los centros de titularidad pública, en el Estado y en el conjunto de las etapas (sobre todo en Secundaria), menos del 45% solicita ir a religión. En algunos territorios no pasan del 20% el alumnado que solicita religión.
Asimismo, abogan por un adecuado uso del tiempo lectivo. “En toda la etapa de primaria se dedican hasta unas 300 horas a la religión por término medio. Tiempo que se podría invertir en otras áreas troncales o específicas, si le sumamos las horas que se dedican a religión en Infantil, Primaria y Secundaria, se llega a utilizar todo un curso completo, sólo a religión y ahora a su alternativa que figura como coartada de la religión”. A modo de orientación, han seleccionado algunos de los contenidos de la etapa de Primaria en este cuadro:
La campaña consta del cartel ‘Razones para no matricular a tu hijo/hija en religión’, con el fin de colocarlo en espacios de publicidad disponibles en el centro o para entregar a las familias. Y unarecogida de firmas, en la que se exige la derogación de los Acuerdos con la Santa Sede; que la religión deje de formar parte del currículo y del horario lectivo, saliendo de la escuela; que ninguna simbología religiosa tenga presencia institucional en los centros escolares; que con dinero público no se financie el adoctrinamiento religioso en ningún centro escolar o que segregue por razón de sexo o por otra naturaleza ideológica o social; y la retirada de la LOMCE. Al cierre de esta noticia la campaña ya había recogido cerca de 35.000 firmas.