Una joven musulmana denuncia en el Tribunal de Derechos Humanos la ley gala La sentencia, prevista para principios de 2014, afectará a todos los países europeos
La polémica ley que aprobó Francia en 2010 y que prohibe el uso del burka en espacios públicos ha llegado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, donde se ha celebrado una audiencia pública tras la denuncia llevada a cabo por una joven musulmana de 23 años.
Apoyada en "su fe, su cultura y sus convicciones personales", la demandante, que ha mantenido el anonimato en todo momento, ha defendido su derecho a la no discriminación y a la libertad de conciencia, pensamiento y religión para reclamar ante el Tribunal de Estrasburgo la nulidad de esta ley.
La representante del Gobierno francés, Edwige Belliard, ha apelado por su parte a la "dignidad humana" y la "igualdad entre el hombre y la mujer" para justificar esta norma, que prohíbe la utilización de ciertas prendas, como el burka y el niqab, en lugares públicos por tratarse de "un obstáculo para la vida social en una sociedad democrática, abierta e igualitaria", informa Efe.
La deliberación de la Gran Sala del Tribunal Europeo concluirá con una sentencia que se dará a conocer a principios de 2014 y que no podrá ser recurrida. Aunque atañe directamente a Francia, toda Europa está muy pendiente de este caso, ya que este tipo de debates han tenido lugar en prácticamente todas las sociedades occidentales. De hecho Bélgica, donde hay una gran presencia de ciudadanos que utilizan este tipo de prendas, aprobó una ley similar un año más tarde.
La pugna judicial es a la vez un pulso entre quienes defienden el derecho a respetar la cultura y las costumbres religiosas frente a los que ven el uso de estas prendas como un trato discriminatorio contra la mujer. Los abogados de la demandante, referida con las siglas S.A.S., destacan de ella que es una "ciudadana francesa modelo, con estudios de Derecho, socialmente activa y que habla con pasión de su República".
La defensa de la demandante invoca los artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos relativos a la prohibición de tratos degradantes, el derecho al respeto de la vida privada y familiar y la libertad de conciencia, pensamiento y religión. Entre sus alegaciones, recurrieron a la anulación de la prohibición del burka en Lleida por parte del Tribunal Supremo español, así como el "absurdo jurídico" que supone que el uso de esta prenda esté prohibido pero se permita la utilización de máscaras en carnavales.
El Gobierno francés sostiene sin embargo que el caso español no es comparable, ya que lo que se cuestionaba era una cuestión de competencias, pero no de fondo. También recuerda que "la ley no afecta al pluralismo religioso y democrático". "Hay valores sobre los que no se puede transigir y esos valores son compartidos por Francia y por el Consejo de Europa", ha dicho la representante del Ejecutivo galo.
Una mujer camina con un burka. FARSHAD USYAN AFP
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