El colaborador de Cadena Ser, señaló que la fundadora de las Misioneras de la Caridad era una mujer “chunga” y que lo único que hacía bien era aparentar ser buena.
(ZENIT Noticias / Madrid, 21.09.2023).- La asociación española de Enraizados ha dicho basta y se han posicionado de manera rotunda ante las polémicas acusaciones del periodista Roberto Enríquez Higueras, conocido como Bob Pop, que dijo que la Madre Teresa de Calcuta “es más mala que la quina”, una expresión usada en España que alude al sabor amargo de esta planta.
El colaborador de Cadena Ser, señaló que la fundadora de las Misioneras de la Caridad era una mujer “chunga” y que lo único que hacía bien era aparentar ser buena. La asociación que preside José Castro Velarde se ha mostrado muy ofendida al respecto y han exigido de manera inmediata que el periodista Roberto Enríquez pida perdón públicamente de manera inmediata.
Por su parte, la presentadora estrella de esta emisora, Ángels Barceló, exclamó: “estar todo el día actuando, debe ser terrible”, refiriéndose a la Madre Teresa de Calcuta.
Acudirán a los tribunales y ante la asociación de la prensa si no se toman carta en el asunto
En declaraciones para ZENIT, el presidente de Enraizados, Jose Castro Velarde, ha explicado que se ha iniciado una recogida de firmas para pedir que la Cadena Ser y este periodista pidan perdón públicamente ante el daño ocasionado a multitud de católicos, sin embargo, si no se produjese tal reacción, Castro Velarde ha indicado que tendrán que ponerlo en manos de la justicia por presunto delito de odio y atentar contra los sentimientos religiosos. En un total esperan recoger más de 120.000 firmas al respecto. En este enlace se puede firmar desde cualquier lugar para adherirse a la petición.
“Es muy necesario hacer ver que hay una sociedad católica que no tolera los ataques continuos a la fe y los sentimientos religiosos. Es por ello que pedimos que se retracten y de no hacerlo recurriremos a la Asociación de la Prensa y en consecuencia a los tribunales para exigir justicia”. Son palabras del presidente de Enraizados que muestra su preocupación y dolor ante los constantes ataques hacia los católicos.