Informativos Telecinco destapa la actividad de una secta en Granada
El gurú, que lleva treinta y dos años perpetrando estos abusos, capta a jóvenes universitarias a las que esclaviza. A la mayoría las somete haciéndolas trabajar las veinticuatro horas para él. Además a las que tienen posibilidades económicas las desvalija. Por último a las "favoritas", las que forman parte de su círculo íntimo, las utiliza también sexualmente.
Antonio Javier Plazas se autodenomina "swami", maestro en India, y utiliza esa autoimpuesta condición para ganarse a sus seguidores.
Las víctimas del gurú dentro y fuera de la secta (08.06.10)
Basando su discurso en las claves espirituales que inspiran el yoga y que beben del hinduismo más espiritual consigue ganar adeptos, dispuestos a todo por su maestro.
Antonio Javier Plazas se autodenomina "swami", maestro en India, y utiliza esa autoimpuesta condición para ganarse a sus seguidores.
Aplicando principios que con buena fe existen en el hinduismo logra que los sectarios le entreguen sus sueldos íntegros (economía compartida), que además le aporten sus herencias y bienes que estén entregados al cien por cien a las exigencias del maestro y hasta que para "ellas" sea una fuente de conocimiento tántrico tener relaciones sexuales con él.
Con técnicas de manipulación y control mental consigue someter a las personas que entran en la escuela de yoga simplemente para acercarse a esta disciplina. Pasan del centenar el número de personas que han sufrido directamente las malas artes del "maestro".
Una veintena ya se ha organizado en una una asociación de víctimas para poner en marcha una denuncia conjunta que pretende que este falso gurú llegue a los tribunales-