Demandan retirar este y otros símbolos religiosos de espacios comunes. Aseguran que hay quejas de familias ajenas a la doctrina católica
La Junta de Personal Docente de Zaragoza elevó ayer una propuesta al Servicio Provincial de Educación para suprimir la presencia de belenes y otros símbolos religiosos de los espacios comunes de los colegios públicos. La propuesta, presentada por CGT, contó con el voto a favor de STEA y de CCOO, la abstención de UGT y el voto en contra de CSIF y reclama la «libertad de conciencia y el derecho de las familias a educar a sus hijos al margen de cualquier connotación religiosa, apostando por una escuela laica», expuso ayer CGT. El sindicato, de este modo, insiste en una reclamación que pretende sacar de los espacios comunes de los centros cualquier símbolo relacionado con la religión, a pesar de que algunos como los belenes se encuentran profundamente arraigados en los centros. Por eso, aunque el sindicato no da nombres de colegios, «a día de hoy, muchos centros pú- blicos educativos continúan exhibiendo símbolos religiosos – belenes o postales en las que aparecen santos y vírgenes, entre otros– y realizando eventos y manifestaciones que exaltan festividades y creencias propias de la religión católica», señalan desde el sindicato.
LAICIDAD
Por eso, CGT solicita «limitar otro tipo de muestras religiosas al ámbito puramente académico de la materia en que se trate, en este caso, Religión Católica» y apela a la «libertad individual» y a la «libertad religiosa» recogida en sendos artículos de la Constitución para afirmar que «nos encontramos en estos espacios públicos educativos una laicidad fallida y condescendiente con dichas muestras religiosas». La petición se centra en reclamar la supresión de estos motivos cuando apenas resta un mes para el comienzo de la Navidad. «Si un colegio público coloca algún símbolo religioso, debe hacerlo fuera de los espacios comunes. Nada de hacerlo en un hall, por ejemplo», incide CGT, que, además, afirma que todavía quedan «unos pocos» crucifijos en aulas de centros públicos.
STEA también apela a las «molestias» provocadas por la presencia de estos motivos entre las familias «de religiones minoritarias». Este colectivo subraya que en algunos centros se ha dispuesto un espacio común destinado a cualquier tipo de manifestación religiosa, no solo de la católica. «Tenemos razón y queremos que esto deje de hacerse poco a poco. Hay mucho alumnado no católico y también reclamaríamos lo mismo con otra religión, así que la católica no ha de ser una excepción», añadieron fuentes de CGT.