Una ceremonia de Estado, de carácter civil y laico, pero que contará también con los representantes de 12 confesiones religiosas.
El rey, el hermano de una persona fallecida por la Covid y una enfermera del hospital de laVall d’Ebron serán las tres únicas personas que tomarán la palabra en el homenaje a las víctimas de la pandemia y de reconocimiento a los profesionales que rendirán este jueves en el Patio de la Armería del Palacio Real de Madrid todas las autoridades del Estado, incluidos los expresidentes del Gobierno, a excepción de Felipe González. Está previsto que empiece a las 9 de la mañana y tendrá una duración de unos 40 minutos y el Gobierno espera la presencia de hasta 100 familiares de víctimas, un cuarto del total de asistentes previstos.
Fuentes del Gobierno han explicado este martes los pormenores de una ceremonia de Estado, de carácter civil y laico. Insisten en que nos es un funeral, pero que contará también con los representantes de 12 confesiones religiosas. El acto será retransmitido por RTVE y los dos momentos musicales correrán a cargo de la Orquesta del ente público. El coste estimado son uno 22.000 que el Gobierno atribuye principalmente al traslado y alojamiento de los familiares y profesionales que se desplacen a Madrid.
Las fuentes admiten que no había precedentes en la organización de un acto de esta naturaleza y el Gobierno ha terminando un acto de recogimiento y reconocimiento en el que ya han confirmado su asistencia más de 400 personas de las 500 que han sido invitadas. La mayoría, unos 3/5 del total, es decir, unos 240, serán familiares de personas fallecidas, personas que han padecido la enfermedad y representantes empresariales, sindicales y trabajadores mismos de profesiones que han sido esenciales para mantener cierta normalidad durante el confinamiento, con especial presencia del personal sanitario.
El Gobierno buscaba que la protagonista de la ceremonia sea la sociedad española y que sirviera también para dar una imagen de unidad. Para seleccionar a los asistentes, el Gobierno ha pedido a los gobiernos autonómicos el nombre de cuatro personas, bien porque fueran familiares de víctimas o profesionales de los denominados “servicios esenciales”, los que siguieron trabajando, durante el estado de alarma. El Ejecutivo señala que los únicos criterios que se han trasladado para hacer la selección es el que se busca que impregne toda la ceremonia, familiares para “recordar a los fallecidos y reconocer el esfuerzo de lo profesionales”. Además, también estarán presentes familiares y organizaciones que en estas semanas han comunicado a la Casa Real o al Palacio de La Moncloa su intención de asistir. Fuentes del Gobierno aseguran que se han aceptado todas las peticiones.
Entre los trabajadores de sectores esenciales el Gobierno ha conferido una especial importancia a los del sector sanitario. Muestra de ello es que una de las dos personas que intervendrán además del rey es una enfermera residente en Madrid que trabaja en el hospital de la Vall d’Ebron, en Barcelona. Se aúna así a las dos ciudades más golpeadas. Fuentes del Gobierno han indicado además que en la elección de la otra persona que intervendrá va implícito también el reconocimiento a otra profesión, los periodistas, porque se trata del hermano de un informador fallecido.
En todo caso, entre los representantes de la sociedad habrá representantes empresariales, sindicales y trabajadores mismos de sectores tan variados como agricultores, empleados de cocina, cajeros y reponedores, personal de limpieza, de imprenta o de servicios sociales y profesionales del sector educativo. También, de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, incluidas todas las policías autonómicas.
Los 160 asistentes restantes serán autoridades nacionales y también internacionales, a quienes el Gobierno ha agradecido especialmente una presencia que consideran un signo de reconocimiento del sufrimiento en España por la pandemia.
El rey presidirá una ceremonia a la que asistirá la Familia Real al completo -la reina, la princesa de Asturias y la infanta Sofía-, así como el Gobierno en pleno. También estarán presentes todos los presidentes de comunidades y ciudades autónomas y las presidentas del Congreso, del Senado y los presidentes del Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo y Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), así como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
Asistirán también los líderes de los partidos políticos y sus portavoces parlamentarios a excepción de Vox. Fuentes del Gobierno señalan que así lo anunciaron hace semanas y desde entonces no han tenido conocimiento de que vaya a asistir. Han calificado este hecho de “inentendible e inaceptable” y “absolutamente reprobable”, dado que se trata de homenajear a “miles” de ciudadanos fallecidos.
Los invitados extranjeros son los presidentes del Consejo Europeo, de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo -Charles Michel, Ursula von der Leyen y David Sassoli- y el Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Josep Borrell. Fuera de la UE, asistirá el director general de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikashvili; el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Ghebreyesus, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El acto empezará a las 9 de la mañana en el amplio Patio de la Armería, donde se tomarán todas las medidas de precaución. Las entradas y salidas se han organizado de manera que no haya aglomeraciones y los presentes deberán llevar mascarilla.
En el centro se instalará un pebetero y en torno a él se dispondrán asientos en círculos concéntricos. En la primera fila estará el Gobierno, las autoridades del Estado y los invitados internacionales. La excepción serán las cuatro sillas donde se sentarán los miembros de la Familia Real y, flanqueándolos, la enfermera y el hermano del fallecido que pronunciarán unas palabras en las que el Gobierno asegura que todo el mundo podrá sentirse representado.
El acto empezará con la interpretación del himno nacional y a continuación se encenderá el pebetero en honor y homenaje a las víctimas. Después, intervendrán la enfermera y el familiar de la persona fallecida. Posteriormente, la orquesta tocará la Canción del Espíritu de Brahms, el momento en el que toda la primera fila se levantará y se acercará al pebetero para hacer una ofrenda floral -con una rosa blanca-. Cada una de las autoridades irá acompañada por un familiar o un trabajador, a excepción del rey, que hará la ofrenda junto a las dos personas que habrán intervenido.
Al final de la ofrenda será cuando intervenga el rey, casi al final de una ceremonia que se cerrará con el poema Silencio de Octavio Paz que leerá el actor José Sacristán -serán una grabación- y con un minuto de silencio.