La Justicia de Luxemburgo ha condenado a dos ciudadanos búlgaros, los primeros sentenciados por el fraude que ha paralizado Cáritas en ese país
Los dos testaferros desviaron 20 millones de euros a través de empresas que crearon en Andalucía y la Comunidad de Madrid
El verano pasado estalló uno de los casos más sonados de la historia reciente de Luxemburgo. Marc Crochet, director general de Cáritas Luxemburgo, denunció el 16 de julio, tras volver de sus vacaciones, que la organización había sufrido un desfalco que había dejado sus cuentas a cero. Seis días después se detuvo como posible responsable a Stéphanie Friob, la directora financiera de la organización, que se presentó ante la policía como víctima de la conocida como ‘estafa del CEO’.





