Mucha gente en todo el mundo es de la opinión de que los fanatismos, en todos los ámbitos de la vida, son negativos, y hasta perjudiciales de alguna manera, si se quiere; y las situaciones de fanatismo se producen fundamentalmente en dos aspectos de la vida: El político y el religioso.
Y es precisamente en este último aspecto que viene a propósito el caso de lo que acaba de ocurrir en una empresa de los Estados Unidos.