Las charlas abordarán un tema de gran actualidad en muchos países, la homosexualidad, y serán impartidas por importantes expertos, entre ellos el religioso y psicoanalista francés Tony Anatrella, asesor del Vaticano en la redacción de la "instrucción" para excluir del sacerdocio a los homosexuales.
Organizadas en la romana Universidad Lateranense por el Instituto Juan Pablo II para la Familia, las conferencias tienen como primer objetivo el análisis de "los riesgos que conlleva negar la diferencia sexual", sostiene el folleto informativo.
Entre los conferenciantes figuran el jurista estadounidense David Crawford, el teólogo español Juan José Pérez-Soba y el teólogo moralista José Noriega.
La inusual iniciativa confirma la preocupación de la Iglesia católica por la creciente tendencia en el mundo occidental a conferir legalidad a la pareja homosexual, incluso de parte de partidos políticos considerados católicos.
La jerarquía de la Iglesia rechaza toda posibilidad a "equiparar" la pareja heterosexual con la pareja homosexual y considera la homosexualidad como un "pecado grave", inmoral y contrario a la ley natural.
El papa Benedicto XVI calificó de "grave error" la introducción de leyes que reglamenten la unión entre homosexuales, incluyendo los llamados Pactos Civiles de Solidaridad (PACS).
Cinco países -Gran Bretaña, España, Bélgica, Holanda y Canadá- autorizan el matrimonio entre homosexuales, mientras Francia reconoce derechos y deberes a las uniones libres, entre ellas las homosexuales, a través de un pacto civil.
"El Vaticano es la mayor organización del mundo que se opone a la paridad de los derechos. Es una organización rigurosamente masculina, influyente, llena de dinero, que se funda en la represión de la propia sexualidad y en la renuncia de la familia", denunció Sergio Lo Giudice, presidente de la asociación italiana de defensa de los homosexuales, Arcigay, tras la apertura de las conferencias.
La posibilidad de que uno de los países más católicos de Europa, como Italia, introduzca leyes que reconozcan a las parejas "gays" obligó al Vaticano a lanzar la ofensiva a pocos meses de unas elecciones decisivas.
El líder de la oposición de izquierda, el católico Romano Prodi, se comprometió en su programa de gobierno a reconocer los derechos de las parejas no casadas, incluso los de los homosexuales, si ganase las elecciones legislativas de los próximos 9 y 10 de abril.
La Iglesia, que oficialmente invita a no discriminar a los homosexuales como individuos, condena el movimiento gay, porque considera que daña la concepción de la familia.