Dos ex directivos del hospital romano Bambino Gesù están siendo investigados para aclarar si algunas donaciones a dicho centro sufragaron la reforma del ático del cardenal Tarcisio Bertone, informó el Vaticano.
Se trata de Giuseppe Profiti, ex presidente del hospital administrado por la Santa Sede, y su ex tesorero, Massimo Spin, dijo el vicedirector de la oficina de prensa del Vaticano, Greg Burke, quien precisó que no se investiga al cardenal y ex secretario de Estado deBenedicto XVI.
El Vaticano informó además de que Bertone no podría ser investigado por la justicia ordinaria, ya que como cardenal sólo puede ser investigado por el Tribunal Supremo especial del Vaticano, que es, en su caso, quien debe abrir la investigación contra él.
El periodista que firma el artículo de la publicación es Emiliano Fittipaldi, que está siendo juzgado en el Vaticano en el proceso por la filtración y publicación de documentos reservados en su libro «Avarizia» y en «Via Crucis», escrito por el otro reportero imputado, Gianluigi Nuzzi.
En el artículo de Fittipaldi, cuyo contenido fue adelantado a los medios, se explica que la investigación comenzó tras las revelaciones de su libro.
En él se explica que una parte de la reestructuración del ático, un espacio de unos 600 metros cuadrados más otros 100 metros de terraza, al que se mudó Bertone tras ser sustituido como secretario de Estado fue pagada con 200.000 euros procedentes de los fondos de la Fundación Bambino Gesù, que recoge donaciones para el hospital.
Según el diario italiano, los 200.000 euros no fueron facturados a la empresa que se encargo de la reforma del ático, Castelli Re que quebró en jukio de 2015, sino a una sociedad británica con sede en Londres, LG Concractor, controlada por el propietario de Castelli Re, Gianantonio Bandera, amigo personal del Cardenal Bertone.
El ex secretario de Estado vaticano, que afirmó que no sabía de dónde venían esos fondos, devolvió 150.000 euros a este hospital pediátrico, administrado por la Santa Sede.
Fittipaldi asegura que los jueces acusan a los dos exdirigentes «de malversación y apropiación y uso ilícito de dinero», y que se adjunta documentación que probaría el uso de este dinero para la reestructuración del ático.
Entre esos documentos figura el intercambio de mensajes entre Profiti e Bertone en noviembre de 2013 que probaría que el expresidente del hospital ofreció el dinero al cardenal a través de la fundación y que el exsecretario de Estado se lo agradecía y por lo tanto conocía de dónde llegaban estos fondos.
El abogado del purpurado, Michele Gentiloni Silveri, ha asegurado en un comunicado que Bertone «nunca ha dado indicación o autorización a la Fundación Bambino Gesù para ningún pago en relación con el apartamento en el que vive y que es propiedad de la Gobernación» del Vaticano.
En cuanto a las misivas que serán publicadas, el letrado señaló que «confirman íntegramente la veracidad de lo que él (Bertone) siempre ha afirmado». Según el abogado de Bertone, en declaraciones al ‘Corriere della Sera’, el ático no es un ático en sí, sino que se trata de un piso en la tercera planta con una terraza compartida con el resto de propietarios. En cuanto al tamaño (296 m2), asegura que las asignaciones de los alojamientos las hace el Vaticano y la mayoría de los apartamentos disponibles tienden a ser grandes. «Habrá una treintena de cardenales que viven en apartamentos similares», afirma al ‘Corriere’.
«En la citada respuesta se aclara al profesor Profiti que la voluntad de Su Eminencia es la de no cargar nada a las cuentas de la Fundación Bambino Gesù, comunicándole al mismo tiempo que será tarea del mismo cardenal Bertone la búsqueda de financiación para las labores en el apartamento», refiere el abogado.
Asimismo aclaró que «posteriormente el cardenal Bertone, tras no recibir subsidio alguno por parte de terceros, pagó personalmente el importe solicitado por la Gobernación por las obras realizadas en el apartamento»