La líder del colectivo de ultraderecha Hogar Social Madrid, Melisa Domínguez Ruiz, ha justificado este viernes ante la juez el ataque perpetrado a la mezquita de la M-30 el pasado 22 de marzo, al defender que el centro islámico es un «foco de captación de terroristas» y «está financiada por grupos yihadistas».
Melisa Ruiz ha comparecido este viernes como investigada junto a otros tres miembros más del grupo de extrema derecha ante el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, que investiga el ataque perpetrado a la mezquita de la M-30 el pasado 22 de marzo.
Aquel día, un grupo de entre 30 a 40 personas de este colectivo lanzó botes de humo y bengalas junto a la mezquita y colocó un cartel sobre una pasarela peatonal con las frases «Hoy Bruselas ¿Mañana Madrid?», en protesta por los atentados de Bruselas, según figura en el atestado policial, al que ha tenido acceso Efe.
Fuentes jurídicas han informado de que todos ellos han justificado esta acción ante la magistrada porque, en su opinión, «la mezquita de la M-30 es un foco de captación de terroristas» que «financia y está financiada por grupos terroristas yihadistas».
Todos, salvo uno que ha dicho estar en clases de inglés pese a que las cámaras le identificaron en el lugar, han reconocido que participaron en el ataque, que ellos han calificado como una «manifestación espontánea» en la que «no hubo intención de dañar a nadie».
Incluso han negado haber lanzado bengalas y botes de humo contra la mezquita, como así aparecen en los vídeos y fotografías de aquel día, y han señalado que la concentración se disolvió pacíficamente.
Frases xenófobas contra inmigrantes
Los investigados, que se han negado a responder a las preguntas de la acusación particular, han admitido ser miembros de Hogar Social Madrid pero no han ofrecido detalles de esta asociación, pese a la insistencia de la magistrada por conocerlos, han añadido las fuentes.
En sus comparecencias, no han dejado de lanzar frases xenófobas contra los inmigrantes y los refugiados al afirmar que estas personas tienen demasiados derechos y ayudas, por lo que ellos se dedican a ayudar a los españoles que el «Estado les ha dejado indefensos y sin recursos en la calle».
Antes de comparecer ante el juzgado, los cuatro investigados, ataviados con camisetas de Hogar Social Madrid, se han puesto a hacer fotografías a los abogados de la acusación particular, mientras se reían y burlaban de ellos, lo que ha provocado que tuvieran que acudir vigilantes de seguridad a poner orden.
El Juzgado abrió el pasado mayo diligencias previas para investigar la acción tras recibir una denuncia de la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado por los delitos de atentado contra el lugar de culto y otro de odio con agravante racial y religiosa.
Esta denuncia fue presentada ante la Fiscalía Provincial de Madrid, que tras investigar los hechos concluyó que hay indicios de la comisión de un delito de odio, por lo que envió toda la investigación a Plaza de Castilla.