El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha estimado un recurso presentado por el Arzobispado de Oviedo contra el decreto autonómico del pasado 30 de agosto, en el que se establecía el currículo de Bachillerato, por entender que discrimina la asignatura de Religión.
La decisión de denunciar este decreto se tomó al considerar que, tal y como estaba articulado, discriminaba a aquellos alumnos o familias que querían elegir libremente la asignatura de Religión en la escuela. “Con este decreto, los alumnos que cursaban la asignatura de Religión tenían que tener 31 horas de clase, mientras que sus compañeros tenían 30”, explica Miguel Ángel Solís, Delegado episcopal de Enseñanza.