Educación planteaba que esta asignatura se ofertara fuera de la jornada de 30 horas y el Alto Tribunal entiende que así se vulnera el acuerdo Estado-Santa Sede.
El conflicto judicial abierto desde 2016 entre el Gobierno aragonés, los obispos y los profesores de Religión por la reducción de horas de esta asignatura y su impartición en los distintos niveles educativos vive un nuevo capítulo. El Tribunal Supremo, como en su día hizo el Superior de Justicia de Aragón, obliga en una sentencia a la DGA a mantener Religión en 2º de bachillerato como materia optativa específica dentro de las 30 horas semanales obligatorias que tienen sus alumnos. El Alto Tribunal considera que ofertarla, como pretendía Educación, en la ‘hora 31’ no respeta el acuerdo Estado-Santa Sede de 1979.
En todo caso, este fallo del Supremo, como han recordado fuentes de la consejería de Educación, no va a tener ninguna afección en las aulas, ya que Religión se sigue ofertando como optativa en los centros educativos de la Comunidad. Asimismo, desde Educación confirmaron que no van a recurrir a ninguna instancia más y que “acatan y cumplen” la sentencia. En Aragón hay alrededor de 3.500 alumnos de bachillerato que cursan Religión.
Este litigio se remonta a mayo de 2006, cuando el Departamento de Educación aprobó el currículo de bachillerato, en el que dejaba Religión fuera de las 30 horas semanales obligatorias y daba la oportunidad a los interesados para que la solicitaran en la ‘hora 31’, fuera del horario lectivo. La medida fue recurrida en bloque por el Arzobispado de Zaragoza y los obispados de Teruel-Albarracín, Huesca, Jaca y Barbastro-Monzón, así como por la Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales (Apprece).
Alegaron una infracción del acuerdo sobre Enseñanza suscrito entre el Estado Español y la Santa Sende en 1979, que recoge que los planes educativos deben incluir la enseñanza de la Religión Católica “en condiciones equiparables” a las demás asignaturas fundamentales. El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que estimó este recurso, llegó a calificar la normativa de la DGA de “claramente discriminatoria”, al considerar que colocaba a la asignatura “extramuros del horario ordinario, exigiendo a padres y alumnos un esfuerza extra para la prestación de su docencia”.
Ahora, el Supremo ha desestimado el recurso de casación interpuesto por la Administración autonómica contra esta sentencia del TSJA. El dictamen judicial se ciñe a determinar si la orden de la DGA sobre bachillerato respeta o no la normativa básica del Estado que ejecuta el acuerdo de 1979 en esta materia.
En la sentencia, el Supremo alude a la jurisprudencia que ya ha dictado sobre este tema. Así, incide en que la Ley Orgánica de Educación de 2006 incluye la Religión entre las asignaturas específicas de segundo de bachillerato y que, si bien, la elección de los alumnos estará en función de la regulación y programación de la oferta educativa de cada Administración y de los centros docentes, su ausencia tiene que explicarse por qué y en este caso no encuentran esa justificación. También considera “significativo” que la orden del Ministerio de Educación de 2014, que establece el currículo de ESO y bachillerato, la incluya entre las asignaturas específicas objeto de elección.
Sí a los recortes de horas en primaria y ESO
Si bien este último dictamen judicial del Supremo supone un varapalo para la DGA, en los otros dos litigios que el Ejecutivo autonómico mantenía sobre los recortes de horas en Religión en primaria y secundaria el Alto Tribunal le ha dado la razón, como también lo hizo el TSJA. En el caso de primaria, este es el primer curso en el que las clases se han visto reducidas a 45 minutos semanales, en lugar de los 90 minutos que tenían antes, después de que el Supremo hiciera firme en octubre de 2018 la sentencia del Superior de Justicia de Aragón. Posteriormente también validó la rebaja en 1º de secundaria de dos a una hora. Una medida, esta última, que ya está en vigor tras implantarse en el curso 2015-2016.