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El Papa León XIV recibió este viernes en audiencia oficial al presidente de la República del Líbano, Joseph Aoun. Se trató del segundo encuentro entre ambos, tras el saludo que intercambiaron al término de la Misa de inicio del pontificado el pasado 18 de mayo.
Después de su encuentro con el Papa, el mandatario libanés se dirigió a la Secretaría de Estado del Vaticano, donde mantuvo conversaciones con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, acompañado por monseñor Mirosław Wachowski, subsecretario para las Relaciones con los Estados.
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Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, durante los encuentros, “se hizo referencia a las buenas relaciones bilaterales, expresando aprecio por el papel tradicional y constante de la Iglesia católica en la sociedad libanesa”.
Asimismo, las conversaciones abordaron el futuro del país en un momento crucial: “se expresó el deseo de que el país, a través del proceso de estabilización y reformas, conozca una nueva etapa de concordia política y recuperación económica que le permita reforzar los ideales de convivencia entre las religiones y de promoción del desarrollo que lo caracterizan”.
Por último, el comunicado vaticano subraya que “se abordó la necesidad imperiosa e ineludible de favorecer la pacificación de toda la región de Oriente Medio”.
La situación política en Líbano es compleja y está marcada por un sistema confesionalista que reparte los principales cargos de poder entre comunidades religiosas, con un presidente cristiano maronita, un primer ministro suní y un presidente del Parlamento chiita. Desde 2025, el presidente es Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam, tras la formación de un nuevo gobierno en febrero de 2025 que puso fin a más de dos años de interinidad.
El país arrastra desde hace años un crisis social a la que se suma un colapso económico sin precedentes: desde 2019, la moneda local ha perdido más del 90 % de su valor, los bancos han restringido el acceso a los ahorros de los ciudadanos, y más del 80 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
