Será una de las mezquitas más grandes de Europa, en la ciudad de Colonia, y el encargado de inaugurarla fue el controvertido presidente turco: Recepp Tayyip Erdogan.
La mezquita fue financiada por la Unión Turcoislámica para Asuntos Religiosos, una entidad vinculada al gobierno turco, considerada por varios políticos locales como un brazo del régimen de Erdogan que gestiona 900 lugares de culto en Alemania.
La organización ha sido acusada de espiar a quienes se oponen al gobierno, especialmente a los seguidores del predicador Fethullah Gulen, al que Erdogan acusa de estar tras el fallido golpe de Estado de 2016.
La llegada de Erdogan a Colonia atrajo a partidarios y opositores
En la mañana, cerca de miles de personas se congregaron en esta ciudad al oeste de Alemania para protestar contra la visita del mandatario turco. En uno de los carteles se leía: “Erdogan no es bienvenido”. Un manifestante explicó: «Puedo entender que vaya a Berlín, pero que venga a Colonia es una provocación.»
Para ellos, Erdogan socava la democracia deTurquía, ataca la libertad de prensa e impulsa leyes que han llevado a cientos de opositores a la cárcel.
Entre quienes se oponen a la mezquita hay también sectores de la extrema derecha alemana que creen que el templo causará una afluencia masiva de musulmanes a la ciudad.
Pero Erdogan también tiene sus partidarios y miles de ellos esperaron horas para vislumbrar al mandatario y darle la bienvenida.
La inauguración de la mezquita, bajo alta seguridad
La obra del edificio comenzó en 2009, cuenta con torres de 55 metros de alto y una cúpula de 26 metros. El edificio, construido con hormigón y cristal, está ubicado en un predio de 4.500 metros cuadrados.
Miles de policías se desplegaron en Colonia para salvaguardar la seguridad. Uwe Jacob, jefe de la policía local, lo describió como uno de los operativos policiales más grande en la historia de la ciudad.
Las autoridades de Colonia desautorizaron una concentración masiva organizada para la inauguración de la mezquita. También impedieron la presencia de 25.000 fieles dentro de la mezquita, argumentando que las condiciones de seguridad no eran suficientes.
En su lugar, la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, informó que solo tendría lugar una ceremonia inaugural en el interior del edificio con invitados.
Erdogan se acerca a Alemania, a pesar de las tensiones con la Canciller Angela Merkel. En una reunión previa la gobernante alemana manifestó: «No se le escapa a nadie que en nuestras relaciones ha habido profundas diferencias que persisten en la actualidad. Tienen que ver con el Estado de derecho y la libertad de prensa.»
Turquía enfrenta una crisis económica agravada por las sanciones de Estados Unidos. Es por eso que el mandatario turco ha dicho que espera atraer más inversión privada del país europeo. «La liberalización de visas, la actualización de la Unión Aduanera y la reanudación de negociaciones de adhesión beneficiarán tanto a Turquía como a la UE», había dicho en su encuentro con Merkel.