Advertencia
El medio que ofrece esta nota tiene un evidente carácter clerical, con un sesgo que impregna la información que aporta. Invitamos a hacer una lectura crítica y recordamos que el Observatorio no se responsabiliza de los contenidos que recoge de otros medios. La misión de este Observatorio es recoger toda la información relacionada con el laicismo.
Comentarios del Observatorio
Estas declaraciones del máximo exponente de la Iglesia católica española constituyen una de las más flagrantes acciones clericales, una injerencia que violenta en lo más esencial el principio de laicidad que propugna el laicismo. Desde los púlpitos es absolutamente ilegítimo interferir en la vida de las instituciones públicas. Pretender tumbar un gobierno democráticamente electo, es una injerencia antidemocrática intolerable que debe combatirse desde el anticlericalismo.
Recordemos que el clericalismo consiste en la influencia excesiva por parte de los ministros de una determinada confesión religiosa en el espacio público, en las instituciones públicas y comunes a toda la ciudadanía, pretendiendo imponer su visión particular a toda la población. El movimiento laicista es anticlerical porque se opone a estos excesos.
Luis Argüello reclama “dar voz a los ciudadanos” ante el “bloqueo institucional” y considera el perdón del presidente del Gobierno “humanamente reconocible pero políticamente irrelevante”
“Estamos ante un bloqueo institucional, parlamentario y ejecutivo. En democracia, la salida más evidente es dar voz a los ciudadanos”. De esta manera, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha pedido a Pedro Sánchez que convoque elecciones a través de una entrevista en ABC.
Un perdón “políticamente irrelevante”
Así, sobre la petición de perdón del presidente del Gobierno tras conocerse el informe de la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) en el que se incriminaría al ya ex secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, el prelado lo considera “un gesto humanamente reconocible, pero políticamente irrelevante en el sentido de cómo el perdón debe traducirse en otro tipo de medidas”.
Y es que, según sus palabras, “hay una dimensión institucional que precisa ser abordada y que debe ser coherente con la misma petición de perdón”.
“La situación que vivimos en España muestra hasta qué punto es un timbre de alarma fuerte el respetar las reglas del juego. Digamos que el punto de referencia inexcusable pasa por el respeto a la división de poderes y a la independencia de los jueces, a las investigaciones que las policías judiciales, se llamen UCO o de cualquier otra forma, a la Policía y la Guardia Civil que colabora en los procesos de instrucción con los jueces y los tribunales de justicia. También se pone de manifiesto la importancia que tiene la legalidad y el preguntarnos el para qué de las cosas. Porque un Gobierno, un parlamento, ¿para qué?”, ha reflexionado el presidente del Episcopado.