Desde las 20.00 horas, la patrona y alcaldesa perpetua de Ceuta pasea por las calles del centro de la ciudad en su tradicional procesión del día cinco de agosto. Ella es el eje central de las Fiestas Patronales. No en vano, se celebran en su honor. Son muchas las voces que cada año señalan que la Virgen de África es patrimonio cultural de todas las personas que viven en Ceuta independientemente de su credo religioso. De hecho, esas mismas palabras fueron pronunciadas por el presidente de la Ciudad en su discurso durante el encendido del alumbrado del recinto ferial.
El presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas (PP), presidía la representación municipal. También asistían representates de otras instituciones públicas.
Sin embargo, cada año muchos/as ceutíes avivan las llamas de una polémica que se cierne en torno a la Virgen de África. En concreto, sobre su manto. Y es que este lleva bordado el Águila de San Juan, que se añadió a la bandera española durante la dictadura de Franco, acompañado del lema franquista “Una, grande y libre”. Si bien algunas personas señalan que se trata de una tradición y que el manto tiene su peso histórico, otras son partidarias de que se respete la Ley de Memoria Histórica, más si cabe, cuando se pretende que la Virgen de África sea un símbolo de paz y fraternidad que represente a todos los ceutíes, sin excepción.