En los puertos de Áliva se celebró ayer la fiesta de la Virgen de la Salud, que congregó a cientos de romeros y devotos, en un día donde la intensa niebla fue la gran protagonista. A las 12.00 horas, tuvo lugar una misa solemne en la ermita y a su conclusión después del canto de la Salve, se inició la procesión, llevando en andas a la imagen.
Entre las autoridades, la fiesta contó con la presencia de por Miguel Ángel Revilla, presidente regional, así como de Óscar Casares, alcalde de Camaleño, y los Consejeros Paula Fernández y Guillermo Blanco.
Las actuaciones folclóricas dieron paso a la comida en la campa. Por la tarde se celebró en Campomayor una prueba de maratón y las carreras de la rosca en diferentes edades.