Conflicto abierto entre la Iglesia y la Generalitat. El president de la Generalitat, Quim Torra, ha arremetido este lunes contra el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, por haber celebrado este domingo una misa con 500 asistentes en la Sagrada Familia en memoria de las víctimas del virus pese a la prohibición de reuniones de más de 10 personas en espacios públicos o privados. Torra ha avanzado que se abrirá un expediente sancionador a la eucaristía por no respetar las restricciones del Govern.
Más allá de la sanción administrativa, Torra ha cargado con dureza contra Omella y ha sacado a colación el papel del arzobispo y cardenal en la crisis del procés. Torra ha lamentado que Omella no haya visitado a los presos del procés. «Mi iglesia es la que está al lado de los presos y condena la represión», ha lanzado.
Tras anunciar un recurso contra la prohibición de reuniones de más de diez personas, Omella, en su homilía de este domingo, también mencionó de forma velada la polémica con el Govern y afirmó que celebraba la eucaristía «con gozo, confianza y esperanza pese a las dificultades de pandemia y otras dificultades». La misa de la Sagrada Familia no tenía la autorización del Govern al superar el aforo permitido.
El cardenal Omella, arzobispo de Barcelona, y Quim Torra, presidente de la Generalitat, durante la misa de la Merced en 2018