Una vecina grita en la junta contra la «ciudad de la Iglesia»
Al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón le esperaban en la plaza de la Villa unos 70 vecinos. Desde las nueve y media de la mañana se plantaron con pancartas del calibre de "Clero y Gallardón roban un montón", "Vaticano dos en Madrid no", "Las calles y los parques son nuestros, ¿por qué no nos preguntan?". Lo adornaron con una melodía incesante de pitos y gritos para volver a decir que no quieren un Vaticano en la cornisa del parque de Las Vistillas. Que aunque el pleno municipal que se celebró ayer fuera a aprobar el plan parcial que permitirá al arzobispado construir un edificio de oficinas de 14.000 metros cuadrados y una biblioteca de 6.000, seguirán protestando y esperando a que prospere el recurso que, con IU, han puesto en los tribunales.
Y con ese ritmo de la calle comenzó el pleno, que durante la discusión del punto que afectaba a ese tema se vio interrumpido en dos ocasiones por los gritos de una vecina: "¡No queremos cemento en la cornisa!". Pero las mayorías tienen eso -"la voluntad democrática del pleno", lo definió Gallardón-, y el proyecto sigue adelante.