Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.
José Luis Martín Vigil, en el despacho de su casa en la calle Velázquez de Madrid, en una imagen de octubre de 1970.

El piso de los abusos del cura Martín Vigil, el lugar donde iban chicos que le escribían de toda España

Tres nuevos testimonios elevan a ocho las acusaciones de pederastia contra el sacerdote escritor que triunfaba en los sesenta con novelas de adolescentes. “Ponía su dirección y su teléfono al final del libro. Yo tenía muchos problemas y le llamé. Muchos menores acabamos así en sus manos”, señala una víctima

Sandra era una chica de 15 años con problemas y un libro marcó su adolescencia en los años ochenta. Era La vida sale al encuentro, del sacerdote José Luis Martín Vigil, publicado en 1955 y un superventas durante décadas. “Mi familia era complicada. Me refugiaba en la lectura. El libro me tocó muchísimo. Me imaginaba qué me diría a mí el protagonista del libro, el padre Urcola, cómo me ayudaría con mis problemas. Y había algo llamativo en sus libros, al final aparecía su dirección y su teléfono. Vivía en Madrid, en la calle Velázquez. Así echaba la caña para pescar a sus víctimas. Así acabamos muchos menores en sus manos, sobre todo chicos, pero también alguna chica, como yo”. Este periódico ha comprobado en los viejos libros del sacerdote que, en efecto, en algunas ediciones aparece su dirección en las últimas páginas. Incluso la de su domicilio anterior en Oviedo, en la calle Uría, donde residió hasta 1967, aproximadamente, cuando se trasladó a Madrid, a una lujosa vivienda del barrio de Salamanca. Sandra, nombre ficticio de esta mujer de 53 años que no desea revelar su identidad, le llamó un día desde una cabina.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share