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El Partido Popular Italiano en la primera Democracia Cristiana

En la historia de la democracia cristiana el Partido Popular Italiano, a pesar de su corta existencia, supone un hito fundamental por su peso político después de la Gran Guerra, y porque constituyó el fundamento de la posterior Democracia Cristiana (DC), formación política básica del sistema de partidos de la República de Italia.

El Partido Popular Italiano (Partito Popolare Italiano) se fundó en enero de 1919, siendo el sacerdote Luigi Sturzo su gran impulsor, junto con Alcide De Gasperi y el joven Alberto Marvelli, laico salesiano, y beatificado hace unos pocos años. El PPI se creó cuando el Papa levantó la prohibición de participar en la vida política nacional italiana a los católicos, aunque León XIII ya había levantado esa prohibición en el nivel local; el propio Sturzo había sido alcalde de una pequeña ciudad. Tenemos que tener en cuenta que la Santa Sede no había reconocido el Estado italiano surgido del proceso de unificación italiana, hecho que no acontecería hasta finales de la década posterior con los famosos Acuerdos de Letrán que, además, supusieron el nacimiento del Vaticano como Estado. Benedicto XV era consciente de que en Italia se necesitaba una fuerza política que pudiera enfrentarse con eficacia al poder creciente de los socialistas. Sturzo consideraba que el PPI había sido impulsado por los que habían participado en la Acción Católica, de la que había sido secretario general, pero defendía que no era un partido confesional, sino democrático, aunque inspirado en los principios cristianos, pero sin considerar a la religión como “elemento de diferenciación política”. En todo caso, el programa del PPI tenía como ejes los siguientes: reformas de signo social en paralelo al establecimiento del corporativismo, una reforma electoral de signo proporcional, y la defensa del derecho al voto de las mujeres. Esta última apuesta fue apoyada claramente por Benedicto XV porque consideraba que la mayoría de las mujeres italianas eran conservadoras y católicas, a pesar de la posición contraria de otros sectores católicos a este reconocimiento. En las elecciones generales de ese mismo año de 1919 se consiguió un evidente éxito porque se alcanzó en torno al 20% de los votos, obteniendo cien escaños en el parlamento.

En las elecciones de 1921 obtuvo ocho escaños más. El PPI se hizo muy fuerte en gran parte del Véneto y en algunas zonas de la Lombardía, aunque siempre se le resistió el Piamonte y el sur de Italia. Tanto Sturzo como De Gasperi fueron muy activos políticamente. Querían impulsar el Partido y para ello iniciaron contactos internacionales con fuerzas afines, como las formaciones del sur alemán, de Baviera. El objetivo era crear una especie de internacional democristiana.

En el seno del PPI convivían dos grandes sensibilidades. Por un lado, estarían los denominados “demócratas católicos” que podrían ser calificados como la izquierda de la formación, ya que siempre fueron más sensibles a posibles pactos con los socialistas, en estos momentos de crisis económica y política de la posguerra y que terminarían desembocando en el triunfo del fascismo. Pero la parte fundamental del PPI era muy contraria a la izquierda; formaban parte de los llamados “clericales moderados”, con De Gasperi a la cabeza, y preferirían pactar con los liberales. El Vaticano también trabajó para que el Partido no se acercase a la izquierda. Aunque la Santa Sede no sentía entusiasmo por el fascismo siempre consideró que Mussolini podía ser una baza para frenar a los comunistas. De hecho, algunos miembros del PPI entrarían en el primer gobierno de Mussolini del año 1922, generando un gran debate interno porque la mayoría de los populares era contraria a esta colaboración. Sturzo dimitió como secretario general en 1923, siendo elegido para sustituirle De Gaspieri.

Con De Gasperi el partido mantuvo su oposición al fascismo, participando en la Secesión del Aventino. Recordemos que se denomina a este hecho el acto protagonizado por la oposición parlamentaria antifascista contra Mussolini, cuando unos cien diputados abandonaron sus escaños el 27 de junio para protestar por el asesinato de Matteotti.

El partido fue declarado ilegal. Algunos líderes fueron encarcelados y otros se refugiaron en el Vaticano. De Gasperi fue uno de los encarcelados y al salir de prisión estuvo siempre bajo vigilancia, pasando a trabajar en la Biblioteca del Vaticano. Fue uno de los impulsores en diciembre de 1943 de la creación del Partido Demócrata Cristiano (DC).

Eduardo Montagut. Historiador

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